Contenido
- 0.1 Es mejor que el arroz o la avena: el alimento que no tenemos en cuenta y que reduce el riesgo de diabetes
- 0.2 La fruta está bien, pero la ciencia avala estos 6 pequeños ajustes en la dieta de los mayores de 60 años
- 0.3 Soy nutricionista y estos son los 4 suplementos que no te pueden faltar y cómo tomarlos correctamente
- 1 Qué personas que deben dejar de comer arándanos
Los pacientes con diabetes mellitus se enfrentan de manera cotidiana a la tarea estricta de equilibrar su ingesta alimentaria para mantener un control adecuado de la glucemia. Entre las frutas que comúnmente se consideran saludables aparece el arándano, por su contenido en polifenoles, fibra y micronutrientes antioxidantes. No obstante, hay personas que deben dejar de comer arándanos. Surgen ciertas advertencias que invitan a moderar o reducir su ingesta en los diabéticos. Esto se debe a la carga glucémica, la variabilidad de la respuesta individual y la necesidad de ajustar la dieta al perfil concreto de cada paciente.
Si bien existen numerosos estudios que valoran la importancia nutricional de los arándanos y su relación con la sensibilidad a la insulina o la prevención de la diabetes tipo 2, no se debe generalizar su ventaja en todas las personas. Por lo tanto, hay evidencias que sugieren reducir su consumo y no alentar a que todos los diabéticos las incorporen en su alimentación sin limitaciones. De hecho, algunas guías señalan que la fruta en general debe ser incorporada con criterio en el plan alimentario de la persona con diabetes en el control de las raciones, contemplar la carga total de hidratos de carbono y adaptarse al tratamiento farmacológico. En este contexto, reducir el consumo de arándanos puede tener sentido para evitar aumentos glucémicos, sobredimensionamiento del aporte de hidratos de carbono o efectos inesperados cuando el control tiene mayor fragilidad.
Qué personas que deben dejar de comer arándanos
El medio Onet determina que algunos medicamentos interactúan negativamente con los arándanos, lo que puede afectar la eficacia del tratamiento. La advertencia se aplica a los medicamentos para la diabetes, ya que la combinación de estas frutas puede reducir aún más los niveles de azúcar en sangre. Si bien sostienen que no es muy común, sugieren consultar con el médico.
En ese sentido, recomiendan especial precaución a los pacientes que toman buspirona porque los arándanos pueden interferir con el correcto funcionamiento de este fármaco psicotrópico. Además, indican que esta fruta no debe combinarse con flurbiprofeno (un antiinflamatorio no esteroideo) para evitar que sus efectos empeoren.
Según la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, existen otras circunstancias en las que conviene moderar la ingesta de arándanos de forma explícita. Una de ellas es cuando el paciente presenta descontrol glucémico frecuente o hiperglucemia persistente. En ese caso, sumar porciones de fruta sin ajuste puede aumentar la carga de hidratos de carbono y dificultar la estabilización.
A su vez, los profesionales de la salud recomiendan limitar el consumo de arándanos cuando la persona utiliza tratamiento con insulina o secretagogos, ya que la tolerancia a variaciones en la glucemia puede ser mayor.
Además, cuando el plan de alimentación global exige reducir al máximo los hidratos de carbono (por ejemplo en dietas reducidas en carbohidratos) y la fruta, si bien es saludable, ocupa un espacio en la rutina de comidas que podría destinarse a vegetales no almidonados o proteínas magras.
Arándanos: entre los beneficios y la importancia de limitar su consumo
En base a profesionales de la salud e instituciones académicas, los arándanos contienen compuestos bioactivos como antocianinas que podrían mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir el estrés oxidativo o modular la microbiota intestinal.
Según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la incorporación de arándanos podría reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Otro ensayo clínico en hombres con diabetes tipo 2 observó que consumir 22 g de arándanos durante 8 semanas redujo la hemoglobina A1c y los triglicéridos respecto al placebo.
Sin embargo, que existan beneficios no hace que el consumo libre sea adecuado para todos. Los expertos de los Institutos Nacionales de Salud advierten que, en primer lugar, muchos de esos estudios parten de poblaciones concretas, bajo supervisión, con dosis estandarizadas y acompañadas de un plan dietético global.
«A su vez, en la práctica clínica la presencia de complicaciones, comorbilidades, tratamiento farmacológico y estado metabólico hacen que la fruta deba consumirse con moderación”, sugieren. Por lo tanto, consideran sumamente importante aplicar la lógica de “menos es más». Es decir, reducir el consumo de arándanos en determinados contextos puede ser una estrategia prudente.
La respuesta de la carga glucémica al consumir arándanos
Aunque poseen un índice glucémico relativamente bajo en comparación con otras frutas más azucaradas, no dejan de contener azúcares naturales y aportan carbohidratos que deben registrarse en la dieta del diabético.
La respuesta glucémica es individual, y en pacientes con alteración de la función de las células β-pancreáticas o con resistencia a la insulina muy marcada, incluso pequeñas variaciones en la dieta pueden traducirse en modificaciones de los valores de glucemia. Por lo tanto, no resulta prudente promover un consumo libre de arándanos sin un registro preciso de la respuesta particular de cada organismo.






