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Con su sabor característico y su capacidad para relajarnos, la cerveza ha sido parte de celebraciones y momentos de ocio durante siglos. Sin embargo, una pregunta importante que surge a menudo es: ¿qué sucede si bebes cerveza todos los días? Mientras que algunos estudios concluyen que un consumo moderado podría tener beneficios para la salud, como mejorar la salud cardiovascular gracias a los antioxidantes presentes en la cebada y lúpulo, beber cerveza de manera diaria y excesiva puede tener efectos perjudiciales como daño hepático, aumento de peso, adicción y trastornos psicológicos. Es importante conocer los límites y las consecuencias de este hábito para tomar decisiones informadas sobre su consumo.
El consumo de cerveza es una tradición mundial, especialmente en países con fuerte cultura cervecera como Alemania, Bélgica, México y los Estados Unidos. En la actualidad, la cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas a nivel global, con miles de marcas y variedades que se adaptan a los gustos de cada región. Sin embargo, el consumo diario de esta bebida, aunque aceptado socialmente en muchos lugares, tiene riesgos para la salud, especialmente cuando se supera el límite recomendado por los expertos. El Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo afirma que beber demasiado puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo sea un blanco mucho más fácil para las enfermedades. Los bebedores crónicos son más propensos a contraer enfermedades como la neumonía y la tuberculosis que las personas que no beben demasiado. Beber mucho en una sola ocasión reduce la capacidad del cuerpo para protegerse de las infecciones, incluso hasta 24 horas después de emborracharse. Por otro lado, el consumo moderado, de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, podría ofrecer beneficios antioxidantes y mejorar la circulación. La clave está en la moderación y la educación sobre los efectos del alcohol en el organismo.
Efectos de beber cerveza todos los días
El efecto más inmediato que se experimenta al beber cerveza todos los días es el impacto en el cuerpo y la salud. De manera general, los efectos varían según la cantidad consumida, el metabolismo individual y la dieta.
Efectos en el hígado
El hígado es el principal órgano encargado de metabolizar el alcohol, y si se consume cerveza todos los días, el hígado puede verse sobrecargado. El consumo excesivo de alcohol puede llevar a enfermedades hepáticas como la cirrosis hepática, que es una de las consecuencias más graves.
Además, puede provocar hepatitis alcohólica. La Clínica Mayo explica que la hepatitis alcohólica es una hinchazón o inflamación del hígado causada por el consumo de alcohol. Beber alcohol destruye las células del hígado. Incluso el consumo moderado puede afectar la capacidad de este órgano para cumplir sus funciones vitales.
Aumento de peso
La cerveza es una bebida calórica, especialmente las versiones más fuertes o las de tipo artesanal. Beber tal bebida todos los días puede generar un exceso de calorías que, si no se compensan con ejercicio o una dieta equilibrada, pueden resultar en un aumento de peso. Además, el alcohol tiene un efecto sobre el metabolismo, favoreciendo el almacenamiento de grasa, particularmente en el abdomen, lo que puede contribuir al desarrollo de lo que comúnmente se conoce como barriga cervecera.
Una lata de cerveza estándar puede contener alrededor de 150 calorías, lo que puede sumar rápidamente si se consume todos los días.
Si una persona consume una cerveza diaria y no compensa las calorías con actividad física, el resultado puede ser un aumento de peso progresivo. Así, aumentar de peso, en particular en la zona abdominal, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades metabólicas.
Un estudio de Informes actuales sobre la obesidad explica que los aspectos genéticos también pueden influir en la predisposición de las personas a ganar peso como resultado del consumo de alcohol. Resultados recientes mostraron que los polimorfismos genéticos afectan la susceptibilidad al alcoholismo y pueden afectar el peso corporal a través de diferencias asociadas a los genes en la utilización de combustible.
Efectos sobre el sistema cardiovascular
El consumo excesivo de cerveza todos los días puede tener un impacto negativo sobre el sistema cardiovascular. La Fundación Española del Corazón explica que el consumo mantenido y excesivo puede dañar el corazón porque el alcohol es un tóxico para el músculo cardiaco, puede llegar a debilitarlo y causar una enfermedad denominada miocardiopatía dilatata (el corazón se dilata y disminuye la fuerza de bombeo), provocando en el paciente síntomas de insuficiencia cardiaca.
Además, puede aumentar la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y derrames cerebrales.
Trastornos digestivos
Beber cerveza todos los días puede provocar diversos problemas gastrointestinales. El alcohol irrita el revestimiento del estómago, lo que puede causar gastritis, úlceras gástricas y otros trastornos digestivos.
Además, es de resaltar que el consumo excesivo de alcohol afecta la flora intestinal, alterando el equilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino.
Problemas de salud mental
El consumo diario de alcohol, incluida esta bebida, también puede influir en la salud mental. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que puede afectar el estado de ánimo y el bienestar emocional. Beberlo de manera habitual puede generar síntomas de ansiedad y depresión.
La Asociación Psicológica Estadounidense explica que «la dependencia del alcohol se caracteriza por la tolerancia (la necesidad de tomar más para lograr la misma euforia) y el síndrome de abstinencia si la bebida se interrumpe bruscamente. No importa qué tipo de alcohol uno tome y ni siquiera la cantidad: las personas dependientes del alcohol a menudo no pueden dejar de tomar una vez que comienzan».
Recomendaciones para un consumo de cerveza responsable
Limita el consumo: la clave es la moderación. Los expertos aconsejan no exceder 330 ml de cerveza al día.
- Alterna con agua: para evitar los efectos deshidratantes del alcohol, alterna tu cerveza con agua. Esto también te ayudará a reducir la cantidad consumida.
- Haz actividad física: realiza ejercicio regularmente para contrarrestar las calorías adicionales que aporta esta bebida y mejorar la circulación sanguínea.
- Establece días sin alcohol: considera tener al menos uno o dos días a la semana sin beber cerveza para darle a tu cuerpo un descanso.
Consulta con un profesional
Si sientes que tu consumo de alcohol está fuera de control, es recomendable que te comuniques con un médico o un especialista.