Contenido
- 0.1 Adiós al colesterol: la semilla con propiedades curativas y que es ideal para el hígado
- 0.2 Un cirujano lo revela: haz esto antes y después de las comidas navideñas para evitar problemas
- 0.3 El motivo por el que no puedes perder peso: lo dicen los nutricionistas
- 1 Primero lo primero: ¿Qué significa «embutido»?
- 2 El embutido más saludable, según la percepción de la OCU
- 3 Clasificación de embutidos según el sistema Nutriscore
- 4 Consejos para la compra y conservación de embutidos
La gastronomía española goza de una abundante variedad de embutidos que incluyen jamón, chorizo y salchichas, entre otros. Sin embargo, en la búsqueda de una alimentación saludable, muchos consumidores se preguntan si es posible disfrutar de estos productos sin comprometer la dieta.
En respuesta a esta inquietud, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevó a cabo un análisis exhaustivo para identificar cuál es el embutido más saludable en el mercado actual.
Primero lo primero: ¿Qué significa «embutido»?
La OCU aclara que el término «embutido» debería reservarse únicamente para aquellos productos cárnicos que se embuten en una tripa, ya sea natural o artificial. Esto excluye a otros productos cárnicos procesados que no cumplen con esta característica. Por lo tanto, bajo esta definición, el estudio analiza únicamente aquellos embutidos tradicionales.
El análisis de la OCU establece que no todos los embutidos son iguales en términos nutricionales. Los factores que inciden en su nivel de saludabilidad son el contenido en grasa, sal y el porcentaje de carne frente a otros aditivos.
Según la organización, estos son los puntos clave para evaluar qué tan saludable es un embutido:
- Contenido de grasa: los embutidos con alto contenido en grasas saturadas, como el chorizo, deben consumirse con moderación.
- Contenido de sal: la sal es otro factor determinante, especialmente en los embutidos cocidos. La OCU recomienda optar por variantes bajas en sodio para un consumo más saludable.
- Porcentaje de carne: cuanto mayor sea el porcentaje de carne y menor el contenido de aditivos, mejor será la calidad nutricional del embutido.
El embutido más saludable, según la percepción de la OCU
El estudio de la OCU concluye así que el jamón cocido y la pechuga de pavo son los embutidos más recomendables desde una perspectiva nutricional. Ambos se destacan por su bajo contenido en grasa en comparación con otros embutidos.
No obstante, la organización advierte que, aunque el contenido en grasa sea menor, estos productos pueden contener altos niveles de sal. Por ello, sugiere optar por versiones de jamón cocido y pechuga de pavo con bajo contenido en sodio.
En este marco, la OCU ofrece una serie de recomendaciones para aquellos consumidores interesados en incluir embutidos en su dieta sin comprometer la salud:
- Revisar la etiqueta: antes de comprar un embutido, es fundamental leer detenidamente la etiqueta. La OCU sugiere verificar el porcentaje de carne, el origen del animal y el contenido en aditivos, sal y grasa. Los productos con menos aditivos y mayor proporción de carne suelen ser más saludables.
- Optar por embutidos refrigerados adecuadamente: para mantener la cadena de frío, la OCU recomienda llevar una bolsa isotérmica al comprar embutidos refrigerados. Esto contribuye a conservar la calidad del producto.
- Consumir con moderación: aunque algunos embutidos como el jamón cocido y la pechuga de pavo son opciones más saludables, la clave está en el consumo moderado. Estos productos deben combinarse con otros alimentos ricos en nutrientes, como frutas y verduras, para mantener una dieta equilibrada.
Clasificación de embutidos según el sistema Nutriscore
En su análisis, la OCU evaluó más de 200 embutidos con el sistema Nutriscore, que clasifica los alimentos en función de su calidad nutricional. Los resultados revelaron que la mayoría de los embutidos obtuvieron calificaciones bajas.
Únicamente un producto, un jamón cocido, alcanzó la calificación A, lo que lo convierte en el embutido más saludable según la OCU. Otros dos productos, ambos también jamones cocidos y pechugas de pavo, recibieron la calificación B.
Esta clasificación destaca que los embutidos cocidos, en particular el jamón cocido y la pechuga de pavo o pollo, representan las opciones más saludables dentro del mercado de embutidos en España. Aunque estos productos tienen un bajo contenido en grasa, es fundamental considerar su contenido de sal, ya que un consumo excesivo de sodio puede afectar la salud.
Consejos para la compra y conservación de embutidos
A la hora de adquirir embutidos, la OCU sugiere seguir estos consejos para seleccionar productos de mayor calidad nutricional:
- Revisar la categoría comercial: los productos etiquetados como «Extra» suelen indicar mayor calidad en comparación con los productos clasificados como «fiambres», que frecuentemente contienen almidones y otros aditivos.
- Controlar el contenido de sal y grasas: los embutidos cocidos, como el jamón cocido y la pechuga de pavo, suelen tener menos grasa que otros embutidos. Sin embargo, es importante elegir aquellos con bajo contenido de sal.
- Consumo ocasional: debido al contenido de grasas y sal, los embutidos no deben formar parte de la dieta diaria, sino ser un producto de consumo ocasional.
- Almacenamiento adecuado: los embutidos curados deben conservarse en lugares frescos y secos, mientras que los embutidos loncheados deben almacenarse en la parte más fría del frigorífico y consumirse en un corto período.