Contenido
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- 0.3 El aviso de los nutricionistas a la gente que come espárragos: «Se prohibirán…»
- 1 ¿Cómo afecta en el organismo el consumo de patatas fritas?
El consumo de alimentos ultraprocesados es un hábito que los especialistas de salud recomiendan evitar por las consecuencias que producen en tu organismo. Como las patatas fritas, que son perjudiciales y pueden incrementar el riesgo de sufrir múltiples dificultades y enfermedades si se ingieren de manera frecuente.
El médico divulgador Manuel Viso, especialista en hematología, explica en su cuenta de Instagram que los snacks fritos y chips tienen un alto contenido de sodio, exceso de aceites refinados, almidón y acrilamida, una sustancia potencialmente cancerígena. Por lo tanto, sostiene que se trata de preparaciones que no alimentan. Según la Universidad de Harvard, las patatas fritas contienen mucha grasa y sal, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. A su vez, el consumo elevado de este alimento podría aumentar el riesgo de padecer en el futuro hipertensión arterial, diabetes u obesidad, que son factores de riesgo conocidos de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Además, quienes consumen ultraprocesados podrían consumir otros alimentos ricos en grasas o sal, bebidas azucaradas y carne roja.
¿Cómo afecta en el organismo el consumo de patatas fritas?
La Universidad Católica de Chile informa que en rodajas se caracterizan por ser el alimento que presenta la mayor cantidad de acrilamida frente a otros alimentos procesados a altas temperaturas.
Además, indican que están compuestas por un 35% de aceite. Según Franco Pedreschi, ingeniero químico y académico de la universidad, un tercio del peso de cada chip es aceite.
El profesional menciona que, por la naturaleza química del aceite y el proceso de fritura que se emplea a altas temperaturas, se producen sustancias nocivas para el organismo. “Cuanto más se usa el aceite, mayor es la cantidad de estas sustancias que se generan, por eso no son recomendables los aceites reutilizados”.
Analizando los valores de sodio de las patatas fritas, la académica Carolina Fredes explicó que el consumidor no puede controlar la cantidad de sal, a diferencia de una preparación casera. Por lo tanto, se recomienda optar por cocinar en casa en lugar de elegir opciones procesadas.
Por qué no debes comer alimentos fritos
El dietista Devon Peart, de la Clínica Cleveland, cuestiona el hábito de consumir alimentos fritos con frecuencia porque tienen un alto contenido calórico y de grasas trans que provocan inflamación y estrés oxidativo en tu cuerpo.
La obesidad y el sobrepeso
Según el dietista de Cleveland, los alimentos ricos en calorías pueden dificultar el mantenimiento de un peso saludable y provocar obesidad, un factor de riesgo para la salud.
A su vez, también suelen tener mayor cantidad de sodio, lo cual puede contribuir al sobrepeso. «También se ha demostrado que una dieta rica en grasas conduce a la resistencia a la insulina, que es un factor de riesgo para la obesidad y la diabetes tipo 2», afirma.
El daño en la salud intestinal
El equipo de expertos de la Clínica Cleveland advierte que las grasas y aceites que se usan para cocinar alimentos fritos son más difíciles de digerir para nuestro cuerpo, lo que puede causar problemas digestivos como gases, dolor de estómago y diarrea.
«Las dietas ricas en grasas pueden promover el crecimiento de bacterias dañinas en el intestino», sostienen. Esto genera una reducción de las bacterias beneficiosas y de la diversidad microbiana.
Acrilamida: una sustancia peligrosa en tu organismo
Las patatas fritas necesitan de métodos de cocción que utilizan altas temperaturas, lo que genera una sustancia química llamada acrilamida. Su presencia en altas dosis dentro del organismo produce el aumento de las probabilidades de cáncer.
Las características de las patatas
La Fundación Española del Corazón indica que la patata está formada por un 75-80% de agua, es rica en potasio (unos 570 miligramos por cada 100 gramos), vitamina A, B1 y B3 y ácido fólico. A su vez, proporciona pequeñas cantidades de zinc y magnesio.
El contenido de potasio otorga propiedades positivas en la salud cardiovascular, gracias al efecto vasodilatador y diurético que contribuye en la reducción de la hipertensión y a mantener la función cardiovascular. «Sus amplias propiedades y su precio convierten a la patata en un alimento con gran presencia en la dieta española. Por todo ello, no hay razón para descuidar su consumo», especifican miembros de la fundación.
Las ventajas para tu organismo se deben a los métodos de preparación cocidas, hervidas, asadas o hechas al vapor con piel (bien lavadas). Se trata de técnicas que permiten conservar una mayor cantidad de nutrientes (entre ellos la fibra) y son más fáciles de digerir.
«Sin embargo, cuando optemos por cocinarlas a alta temperatura es importante que tengamos en cuenta que los alimentos con un alto contenido de almidón, como es el caso de la patata, pueden formar un compuesto llamado acrilamida», afirman especialistas de la institución.