Uno de los dolores más frecuentes está en la tensión en el cuello por pasar largas horas frente al ordenador, mirar constantemente el teléfono móvil o mantener posturas inadecuadas al dormir. Para hacerle frente a estos factores que generan rigidez y malestar, un ejercicio de yoga resulta una herramienta útil para estirar, relajar los músculos y acabar con el dolor cervical. Dentro de sus múltiples técnicas, la postura del gato destaca por su sencillez, accesibilidad y eficacia. Hablamos de un ejercicio que moviliza la columna, fortalece el cuello y contribuye a mejorar la postura corporal de manera progresiva.
En este sentido, practicar la postura del gato no requiere experiencia previa en yoga, ya que es un movimiento dinámico y natural. Según el portal especializado Yoga Home Madrid, es una práctica que ayuda a aliviar la tensión acumulada en el cuello, mejorar la flexibilidad y fortalecer la musculatura de la espalda superior. “Al realizarse de manera acompasada con la respiración, no solo aporta beneficios físicos, sino también emocionales, ya que promueve la relajación y la reducción del estrés, dos factores estrechamente relacionados con el dolor cervical”, mencionan los especialistas. Además, comentan que la postura del gato, al trabajar de forma rítmica entre la extensión y la flexión de la columna, también incrementa la circulación sanguínea en la zona, acelerando la recuperación y previniendo futuras molestias.
El ejercicio para acabar con el dolor cervical
¿En qué consiste la postura del gato?
La postura del gato es un movimiento de transición que suele practicarse junto a la postura de la vaca. Ambas conforman una secuencia fluida que permite movilizar la columna vertebral de manera completa y acabar con el dolor cervical.
Para realizarla, basta con colocarse en posición de cuatro apoyos sobre una esterilla, con las muñecas alineadas con los hombros y las rodillas bajo la cadera. Al inhalar, se arquea la espalda y se eleva la cabeza, lo que corresponde a la postura de la vaca.
Luego, al exhalar, se redondea la columna llevando la barbilla hacia el pecho, alcanzando así la postura del gato. Esta combinación debe repetirse varias veces para obtener los efectos deseados.
Beneficios físicos y emocionales del ejercicio para acabar con el dolor cervical
Los beneficios de la postura del gato van más allá del simple estiramiento. Practicarla con regularidad fortalece los músculos del cuello y la espalda superior, generando una postura erguida y equilibrada.
Además, ayuda a reducir la rigidez que provoca permanecer largas horas sentado o de pie en posiciones poco saludables. «Esta postura también promueve la relajación mental, reduciendo los niveles de estrés que suelen intensificar el dolor cervical», según Yoga Home Madrid.
También indican que la sincronización de la respiración con el movimiento genera una sensación de calma y concentración que impacta positivamente en el bienestar emocional.
Para la salud de la columna
Más allá del cuello, la postura del gato es fundamental para mantener la salud general de la columna vertebral. La Fundación Nacional para la Salud de la Columna Vertebral señala que los estiramientos regulares, como los que se realizan en yoga, ayudan a prevenir problemas de espalda, reducen la tensión muscular y corrigen desequilibrios posturales. Y con ello acabamos con el dolor cervical.
«El movimiento rítmico de la postura del gato distribuye de forma uniforme la presión sobre los discos intervertebrales, lo que contribuye a prevenir procesos degenerativos como la osteoartritis o la enfermedad degenerativa del disco», aseguran. Asimismo, al estirar tanto músculos tensos como débiles, ayuda a restablecer el equilibrio corporal y a mejorar la alineación.
Consejos para realizar el ejercicio que acaba con el dolor cervical
Para obtener el máximo beneficio de esta postura, es importante practicarla de forma consciente y sin forzar el cuerpo. Se recomienda realizar entre cinco y diez repeticiones en cada sesión, manteniendo una respiración profunda.
El movimiento debe ser lento y controlado. Además, conviene practicar sobre una superficie adecuada, como una esterilla antideslizante, que aporte comodidad y seguridad.
Las personas con problemas previos de cuello o espalda deben consultar con un especialista antes de incorporar esta postura a su rutina. En este sentido, los expertos insisten en que es clave escuchar al cuerpo y que la práctica de yoga no busca el dolor, sino la armonía.
El ejercicio para todos
La postura del gato es eficaz, simple y accesible. No requiere experiencia, flexibilidad extrema ni fuerza excesiva. Por ello, puede ser practicada tanto por principiantes como por personas avanzadas.
Además, su inclusión en rutinas diarias de estiramiento, incluso en pausas laborales, puede marcar una diferencia significativa en la prevención del dolor de cuello, la espalda y la correcta postura corporal a nivel general.
Además, combina beneficios físicos y mentales, siendo una práctica integral que fomenta la salud y el bienestar general.