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Aunque algunos podrían suponer que el pilates es una de esas modas modernas del fitness nacida de la cultura dietética y los estratos sociales más altos, ciertamente ese no es el caso. El pilates se practica desde hace más de un siglo y fue creado y desarrollado por un hombre, Joseph Pilates, durante la Primera Guerra Mundial. Ha evolucionado a lo largo de los años, y se ha incorporado la ciencia para aprovechar al máximo esta disciplina.
Sin embargo, lo más interesante del pilates es que se ha mantenido fiel a sus raíces y principios. Sí, los mismos que daban resultados hace más de 100 años. ¿Sabes cuál es la historia del pilates y cómo se practica? Si acabas de inscribirte en clases o estás pensando en hacerlo, deberías conocer esta información.
El origen del método pilates
La forma de entrenamiento que denominamos pilates lleva el nombre de su creador, Joseph Pilates, nacido en Alemania en el año 1883. Joseph tuvo una familia cercana al bienestar corporal y mental, ya que su padre era gimnasta y su madre naturópata.
Al paso del tiempo, creció y se convirtió en un competente deportista capaz de destacar en disciplinas tan variadas como el esquí, el boxeo y la gimnasia. Eso pronto le llevó a trabajar como instructor de defensa. Afincado en Inglaterra, fue preso junto a otros ciudadanos alemanes en el campo de internamiento de Knockaloe, en la Isla de Man. Sería allí, paradójicamente, donde desarrolló el método que le haría famoso a escala mundial. Claro que por entonces él le llamaba «Contrología».
Con tiempo de sobra, y rodeado de otros internos que entrenaban, Pilates fue adaptando las rutinas a la complicada situación que se presentaba en la isla. Prácticamente sin comodidades, y sin aparatos ni máquinas, la Contrología rápidamente se transformó en el ejercicio más popular entre aquellos alemanes que estaban recluidos y aislados del resto de la civilización.
Para cuando fue liberado, los comentarios acerca de este método ya habían cruzado el Atlántico. Y no le quedó más salida que instalarse en los Estados Unidos, que se vislumbraba como la próxima primera potencia económica.
Junto con su esposa Clara abrieron un gimnasio en Nueva York en el que se dedicaron a enseñar el método Pilates a todo aquel que se propusiera aprenderlo. Inicialmente era visto más como un tratamiento contra las lesiones y las dolencias, pero poco a poco fue considerado también como un método preventivo.
Pasados unos pocos años, ya daban clases a celebrities de la época, incluyendo bailarines y actores de renombre. Y al contrario de lo que pasa hoy en día, aunque ésta es una técnica apta para todo el mundo, en aquellos días eran más hombres que mujeres los que optaban por esta actividad física tan completa.
Más de 500 ejercicios
El estudio de Scielo Cuadernos de psicología del deporte, establece que el método Pilates se compone de más de 500 ejercicios. Éstos están basados en repeticiones breves acompañadas del acompasamiento de la respiración con el fin de acondicionar el cuerpo. Y hay dos modalidades de Pilates. La primera modalidad conocida como Pilates Mat, donde se lleva a cabo la técnica sólo en una colchoneta, utilizando como resistencia el peso del propio cuerpo. La segunda mediante máquinas que se realiza usando aparatos desarrollados por el propio Pilates que han llegado hasta nuestros días, aunque con las correspondientes adaptaciones.
Los equipos que se usan en pilates
Si ya has asistido a tus primeras clases de pilates, habrás notado que las máquinas y aparatos que se utilizan no tienen nada que ver con los de otros ejercicios. Ésta es una actividad muy especial, que depende de ciertos equipos que el propio Pilates diseñó para que su técnica diera aún mayores resultados. Lo increíble es que algunos de éstos están basados en las camas de hospital, donde él mismo entrenaba durante su internamiento. Pilates estuvo detrás de las primeras versiones del Reformer, el barril escalera, correctores de columna vertebral y otros equipos que hasta el día de hoy forman parte de su método.
Pilates en la actualidad
El pilates contemporáneo, por definirlo de algún modo, es a menudo una combinación de aquel método con nuevas propuestas que se sirven de los avances científicos realizados en el último medio siglo. No obstante, los patrones de movimiento no difieren demasiado de los que alguna vez imaginó Pilates. Además, existen distintas variantes del pilates como el clásico y éste, moderno o contemporáneo, para que cada uno se decante por la variante con la que está cómodo.
De esta historia nace el pilates que solemos practicar, el que tiene como objetivo fortalecer el cuerpo y el cerebro desde lo más profundo a lo superficial, combinando el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación. Todo ello con movimientos de la gimnasia, el ballet y el yoga.