Contenido
- 0.1 Ni correr ni gym: el ejercicio que estás obligado a hacer semanalmente a partir de los 40, para mejorar la coordinación
- 0.2 Ni bici ni nadar: este es el ejercicio diario que deben hacer los mayores de 65, según National Geographic
- 0.3 Ni caminar ni nadar: el mejor ejercicio para que las embarazadas de más de 40 años eviten las varices
- 1 El mejor ejercicio de bajo impacto para mayores con problemas en las articulaciones
- 2 ¿Cuáles son los beneficios de subirse a una bicicleta después de los 65?
- 3 ¿Cómo practicar ciclismo en la tercera edad sin lesionarse?
Cuando se llega a los 65, empieza una etapa diferente. Ya no se trata de correr tras metas laborales, sino de cuidar lo que se ha construido. Es el momento de disfrutar con más calma, de priorizar la salud mental, de reconectar con lo esencial. Sin embargo, el cuerpo también pasa factura: aparecen molestias, el ritmo cambia, y ciertas actividades empiezan a pesar.
Uno de los síntomas más frecuentes en esta etapa es el dolor en las articulaciones. Puede surgir por el desgaste natural del cartílago, la pérdida de colágeno, menor masa muscular, inflamación crónica, cambios en la postura o exceso de peso.
Lo peor es que a pesar de estas molestias muchas personas siguen creyendo que lo mejor es el reposo absoluto. Como si sentarse en el sofá a esperar que pase el dolor fuera suficiente. Pero la respuesta no está ahí, sino en moverse. Y entre las opciones, hay una que marca una gran diferencia.
El mejor ejercicio de bajo impacto para mayores con problemas en las articulaciones
No es la piscina ni las clases de pilates. Aunque ambas actividades tienen su lugar, hay una que se destaca por encima del resto: el ciclismo. Y más concretamente, el uso de bicicletas estáticas o eléctricas adaptadas.
El ciclismo es amable con las articulaciones porque, a diferencia de correr o incluso de caminar largas distancias, pedalear no implica golpes ni impactos fuertes en las rodillas o tobillos. Se trabaja con el peso del cuerpo distribuido, con un movimiento circular que activa los músculos sin forzar las estructuras óseas. Además, se puede ajustar al nivel de cada persona.
¿Cuáles son los beneficios de subirse a una bicicleta después de los 65?
Lo interesante del ciclismo no es sólo que no daña las articulaciones, sino que las fortalece. Al pedalear, se activa la musculatura de piernas, glúteos y abdomen, lo que ayuda a dar estabilidad y a reducir el riesgo de caídas. Por otro lado, mejora la circulación, favorece la salud del corazón y ayuda a controlar el peso corporal.
Por otro lado, el ciclismo también tiene un efecto directo sobre el ánimo. Salir a pedalear, ya sea sólo o acompañado, rompe la rutina, mejora el estado de ánimo y combate la sensación de aislamiento que afecta a muchos mayores.
¿Cómo practicar ciclismo en la tercera edad sin lesionarse?
Pero ojo, no se trata de lanzarse a una carretera de montaña ni de competir. El objetivo es mantener el cuerpo en movimiento, de forma segura y progresiva. Lo primero es elegir bien la bicicleta. Las eléctricas con pedaleo asistido son ideales para quienes se cansan fácilmente o viven en zonas con cuestas.
Para evitar lesiones la postura es clave. El manillar debe estar a una altura que evite encorvarse, y el sillín no debe estar ni demasiado alto ni demasiado bajo. Un ajuste mal hecho puede generar molestias en la espalda o en las rodillas.
Lo recomendable es empezar con sesiones cortas, de 10 o 15 minutos, e ir aumentando poco a poco. Siempre con calzado adecuado, hidratación y evitando las horas de más calor. Y algo fundamental: escuchar al cuerpo. Si aparece dolor, se descansa, sin presionar.