A partir de los 60 años, las mujeres experimentan una pérdida natural de fuerza y masa muscular, un proceso conocido como sarcopenia, que se acelera a partir de esta edad. Eso se nota en cosas tan simples como subir unas escaleras, levantarse del sofá o incluso mantener el equilibrio. Todo cuesta más, y los reflejos ya no son los de antes. El riesgo de caídas crece, y con ello, las fracturas, el miedo y la pérdida de independencia.
Para mejorar no se trata de correr una maratón, sino de elegir ejercicios que realmente ayuden. Según un estudio del Journal of Applied Physiology, mujeres entre 60 y 72 años mejoraron su fuerza muscular entre un 113 % y un 174 % en apenas 12 semanas de entrenamiento de resistencia. El impacto es evidente. Y la clave está en elegir bien por dónde empezar.
Este es el ejercicio más eficaz para que las mujeres de 60 ganen músculo en casa
Hay un ejercicio que destaca, es accesible y muy efectivo: el peso muerto con mancuernas. Puede sonar a algo de gimnasio, pero en realidad es un movimiento sencillo, que cualquiera puede hacer desde casa con un par de mancuernas (o incluso botellas de agua al principio) y que tiene un efecto transformador en el cuerpo.
El gesto de inclinarse, recoger peso y volver a erguirse no sólo fortalece los músculos que más se desgastan con la edad, también mejora la estabilidad al caminar, reduce el riesgo de desequilibrios y mejora la forma en la que nos movemos en el día a día.
Lo mejor es que trabaja zonas que muchas veces se olvidan: la parte trasera del cuerpo, desde los glúteos hasta la espalda baja. Músculos que, cuando están fuertes, nos mantienen firmes y nos evitan sustos. Una espalda más resistente y unas piernas activas no sólo nos permiten cargar una compra sin esfuerzo, también nos protegen frente a lesiones inesperadas.
Otra ventaja es que obliga al abdomen a trabajar. Sin que lo parezca, también se activa el core, lo cual se traduce en más control corporal y menos sobrecarga en la zona lumbar. Con el tiempo, se nota incluso al estar de pie, una postura más firme, menos encorvada, y más estable.
Eso sí, es esencial tomárselo con calma. Lo ideal es empezar con poco, aprender bien el movimiento, y si hay dudas, pedir ayuda a un profesional que revise la técnica al menos al principio.
¿Por qué las mujeres de 60 deberían hacer ejercicio?
El ejercicio en esta etapa no es sólo recomendable, sino que es casi imprescindible si se quiere conservar movilidad, autonomía y energía en el día a día.
Moverse con frecuencia mantiene activas las articulaciones, mejora la circulación y ayuda a no acumular grasa innecesaria. Pero más allá del físico, también hay un impacto emocional. El ánimo mejora, el sueño se vuelve más profundo y uno se siente más capaz, más vivo.
Por otro lado, está la prevención. Enfermedades como la osteoporosis o la diabetes tipo 2 no aparecen de la nada. En muchos casos, una rutina bien pensada de ejercicios puede marcar la diferencia entre vivir con salud o depender de medicación constante.
Se puede empezar con ejercicios simples, lo importante es ser constante y adaptar la actividad al nivel de cada una. Con algo de paciencia, los cambios llegan.