Si te preocupa estar más delgado durante los días estivales, hay un método para perder peso antes de la llegada del verano te será de muchísima ayuda. ¿Cuáles son las claves de la técnica 30-30-30 y por qué cada vez más hombres y mujeres están adoptando esta metodología para alcanzar su peso ideal?
Lo mejor de todo es que este truco, que consiste en recordar tres veces el número 30, es fácil de aplicar en el día a día y sus resultados suelen ser inmediatos.
Así es el método 30-30-30 para perder peso
Básicamente, la técnica consiste en comer 30 gramos de proteína en los primeros 30 minutos después de levantarte y más tarde de hacer 30 minutos de ejercicios. Dedicándole poco más de media hora a tu cuerpo todas las mañanas, lograrás acercarte a la figura que deseas lucir este verano.
Por lo tanto, es un método perfecto para aquellos que no pueden o no quieren estar perdiendo tiempo entrenando toda la tarde. Y para aquellos que no han tenido suerte con otras actividades físicas.
Hay que destacar que este método fue propuesto por primera vez por Timothy Ferriss en su libro «El cuerpo de 4 horas». No obstante, su fama se debe al biólogo Gary Brecka, que lo volvió popular en TikTok.
Brecka afirmó en esta red social que se trata de una de las pocas técnicas que no sólo lleva a perder peso sino que también permite controlar los niveles de azúcar e insulina en la sangre. Por ello el método 30-30-30 se ha convertido en una tendencia a nivel global.
30 gramos de proteína y 30 minutos después de levantarte
La primera parte del procedimiento es bastante simple, ya que implica comer 30 gramos de proteína en los primeros 30 minutos tras levantarte. Puedes incluir grasas y carbohidratos en ese desayuno, pero lo principal es asegurarte de que la mayor parte de la ingesta sea de proteínas.
30 minutos de ejercicio a ritmo moderado
La segunda parte del procedimiento podría costarte un poco más, sobre todo si no sueles levantarte de la cama con energía suficiente para ejercitarte. Igualmente debes hacerlo, aún a regañadientes, ya que tan pronto veas los resultados te convencerás de que es la técnica definitiva para adelgazar.
La buena noticia es que ni siquiera hace falta que salgas de casa. Sólo tienes que entrenar cardio durante aproximadamente media hora, a ritmo moderado para elevar tu ritmo cardíaco. Si tienes una bicicleta fija en casa o una cinta caminadora, eso es todo lo que necesitas. No hace falta que te inscribas en el gimnasio ni tampoco debes contratar un entrenador personal.
En la medida de lo posible, tu frecuencia cardíaca durante la actividad debería ser de unos 135 bpm. Si no tienes forma de contar los latidos por minutos, asegúrate de poder mantener una conversación en voz alta mientras te entrenas.
Los secretos del método 30-30-30 para perder peso
Todo esto, porque consumir proteínas en el desayuno y realizar ejercicio cardiovascular tiene múltiples beneficios para la salud y contribuye a la pérdida de peso. La clave está en que las proteínas te hacen sentir lleno durante más tiempo, por lo que es menos probable que acabes comiendo snacks poco saludables.
A igual cantidad de alimento, los ricos en proteínas son más sanos que los ricos en grasas y carbohidratos. Y lograrán mantenerte satisfecho hasta el mediodía.
Por otro lado, el ejercicio cardiovascular fortalece tus huesos, regula tu peso corporal y acelera tu metabolismo basal. Muchas veces olvidado, el metabolismo basal es importante porque supone cuántas calorías quemamos en reposo.
Cuánto más entrenes cardio y más músculos tengas, más calorías quemarás. Especialmente si hacer ejercicio durante la mañana, cuando el cuerpo tiene menos comida disponible y debe recurrir a las reservas de grasa por energía.
En cuanto a los alimentos que te proporcionan 30 gramos de proteína al levantarte de la cama, lo mejor es optar por los productos típicos del desayuno. Prepárate tres huevos revueltos con queso, yogur griego cubierto con nueces o un batido de frutas elaborado con proteína en polvo.
Mientras desayunas, mentalízate en la actividad física y los propósitos del día. Si puedes entrenar en casa, hazlo. Si no es así, sal a caminar por el barrio o da una vuelta en bici.
El objetivo es que quemes calorías y no músculos magros. Según el American Council on Exercise, cada vez que tu corazón late por encima de tu frecuencia cardíaca normal, mejorará su estado. No hace falta un entrenamiento súper exigente, pero sí actividad física diaria con uno o dos días de descanso semanales.
Y si eres de esas personas que tienen el estómago cerrado al despertarse y les cuesta comer, puedes probar entrenando primero y desayunando más tarde. En este caso, el orden de los factores no altera el producto. Lo que no puedes hacer es entrenar e irte a la oficina sin comer absolutamente nada.