Contenido
- 0.1 Ni pilates ni andar: el ejercicio que deben hacer las mujeres de más 50 años según Elsa Pataky
- 0.2 El zumba está bien, pero hay un mejor ejercicio acuático para que los mayores de 60 años ganen fuerza
- 0.3 Ir al gimnasio está bien, pero hay un ejercicio mejor para que los mayores de 65 ganen fuerza sin salir de casa
- 1 Este es el ejercicio que deberían hacer todos los mayores de 60 que están en la playa
- 2 ¿Cuáles son los beneficios de nadar?
- 3 Qué tomar en cuenta al nadar en la playa a los 60 años
En verano, las temperaturas aprietan y lo que apetece es ir a la playa. Las costas se llenan de vida, la familia se reúne, las comidas se alargan… Es un descanso que deja buenos recuerdos. Pero disfrutar de las vacaciones no significa descuidar el cuerpo.
A los 60 años, moverse sigue siendo imprescindible. Y aunque quedarse bajo la sombrilla puede resultar tentador, la playa también ofrece oportunidades para ejercitarse de forma efectiva. Caminar por la orilla está bien, sí, pero hay una opción más completa, y sólo se necesita el mar y un poco de decisión.
Este es el ejercicio que deberían hacer todos los mayores de 60 que están en la playa
El ejercicio ideal para hacer en la playa a los 60 años es nadar. La natación (en piscina o en el mar) es una de las actividades más completas y respetuosas con el cuerpo que existen. Y para quienes han pasado la barrera de los 60, se convierte en una herramienta magnífica para mantenerse fuertes, ágiles y con buen ánimo.
Nadar en la playa no exige grandes destrezas. Basta con moverse con calma, dejar que el agua acompañe los movimientos. La flotabilidad natural del mar alivia el peso del cuerpo, reduce el esfuerzo de las articulaciones y permite trabajar el músculo sin castigar los huesos.
¿Cuáles son los beneficios de nadar?
La natación aporta una lista larga de beneficios, pero para quienes ya han vivido seis décadas o más, hay algunos que destacan especialmente.
- Salud cardiovascular. Nadar mejora la circulación, fortalece el corazón y ayuda a controlar la presión arterial. Es un ejercicio que activa sin agotar.
- Fortaleza muscular. Cada brazada trabaja el cuerpo entero. La resistencia natural del agua obliga a los músculos a esforzarse sin hacer daño.
- Mayor equilibrio. Se mejora la estabilidad corporal, se refuerza el core y eso se traduce en menos caídas. Algo clave en la tercera edad.
- Alivio del dolor. Personas con artritis o rigidez encuentran en el agua alivio real. La flotación reduce el peso sobre las articulaciones y el agua salada, además, tiene propiedades antiinflamatorias.
- Bienestar mental. Estar en el agua calma. Baja el estrés, mejora el ánimo. El mar relaja y revitaliza como pocas cosas.
- Mejor descanso. Después de nadar, el cuerpo agradece. El sueño llega más fácil y es más profundo.
Qué tomar en cuenta al nadar en la playa a los 60 años
A esta edad nadie busca convertirse en nadador olímpico. Lo importante es avanzar poco a poco, sintiendo el agua, conociendo el ritmo propio. Si hace falta, es buena idea empezar en piscina. Tomar algunas clases ayuda a ganar confianza y a moverse con seguridad.
La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, en su informe anual de 2024, señala que las muertes por ahogamiento en adultos entre 55 y 74 años sumaron 148 fallecidos. Es el grupo de edad con mayor número de víctimas.
Por eso es esencial tener en cuenta ciertos consejos para evitar ahogamientos en adultos mayores: esperar a hacer la digestión, no nadar solo, y evitar el consumo de alcohol antes de entrar al agua. Medidas sencillas que marcan la diferencia y garantizan un baño tranquilo.
También es fundamental vigilar las condiciones del mar, las mareas, las corrientes, el viento. Nadar con seguridad es tan importante como disfrutar. Gorro, gafas, incluso un chaleco si hace falta. Y siempre, si el cuerpo lo pide, hay que parar.