Mantener una correcta higiene corporal no solo es fundamental para la salud general, sino también para proyectar una buena imagen personal. Las manos, en particular, están en constante contacto con el entorno, lo que las convierte en un foco potencial de bacterias y suciedad. Por eso, cuidar las uñas forma parte esencial de una rutina de limpieza adecuada. Unas uñas limpias, bien cortadas y sanas no solo son estéticamente agradables, sino que también previenen infecciones y enfermedades. Este cuidado debe ser constante y consciente, en especial al cortartelas.
Según la Mayo Clinic, «el cuidado de las uñas puede ayudar a prevenir muchas afecciones. A veces también dan indicios de enfermedades subyacentes que requieren atención médica». Este mantenimiento va mucho más allá de lo estético: implica hidratarlas, mantenerlas limpias, evitar morderlas o usar productos químicos sin protección, y cortarlas correctamente. Para ello, lo ideal es hacerlo después del baño, cuando están más blandas. Se recomienda usar un cortaúñas limpio, y hacerlo en línea recta, evitando cortar los bordes de forma curva para prevenir que se encarnen. Las de las manos pueden cortarse cada semana o cada dos semanas, mientras que las de los pies necesitan menos frecuencia, aproximadamente cada tres semanas. Uno de los errores más comunes es arrancarse la cutícula o cortarse demasiado, lo que puede generar heridas o infecciones. Además, descuidar las uñas puede traer consecuencias como hongos, dolor o inflamaciones. En cambio, un buen cuidado aporta salud, limpieza y bienestar general.
¿Cómo cortarse las uñas correctamente? Los cuidados más esenciales
- Lava tus manos y uñas regularmente: mantenerlas limpias previene la acumulación de bacterias y suciedad.
- Usa guantes al hacer tareas domésticas: protegerlas del contacto con químicos agresivos es vital.
- Hidrata tus manos y cutículas: usa cremas o aceites para evitar que se resequen o agrieten.
- No te las muerdas ni las cutículas: este mal hábito puede provocar infecciones y deformaciones.
- Evita el uso excesivo de esmaltes: darles descansos evita que se debiliten o se tornen amarillentas.
- Lima tus uñas con cuidado: utiliza una lima de buena calidad y hazlo en una sola dirección.
- Desinfecta tus herramientas de manicura: así evitas transmitir gérmenes o hongos.
- Mantén tus uñas a una longitud adecuada: las muy largas son más propensas a romperse o acumular suciedad.
- No arranques el esmalte: retíralo con quitaesmalte para no dañar la capa superior de la uña.
Las diversas formas de cortarse las uñas
Cortarlas bien es fundamental para evitar uñas encarnadas, roturas o infecciones. Existen diferentes formas de corte según el estilo y necesidad:
Las formas más comunes:
- Rectas: ideal para las de los pies, ayuda a evitar que se encarnen.
- Cuadrada: moderna y fuerte, pero puede engancharse fácilmente si no se lima bien.
- Ovalada: da un aspecto más natural y femenino; buena para uñas frágiles.
- Almendrada: muy estética, alarga visualmente los dedos.
- Redonda: clásica, ideal para quienes prefieren uñas cortas.
Las herramientas recomendadas
- Cortaúñas: para cortes precisos, elige uno de buena calidad y mantén su filo.
- Lima: fundamental para pulir bordes y dar forma sin dañar.
- Tijeras de manicura: útiles para mayor control, sobre todo en delicadas.
- Empujador de cutículas: nunca cortes las cutículas, solo empújalas suavemente.
Los errores más comunes en el cuidado
- Cortar ldemasiado cortas.
- No desinfectar los instrumentos de manicura.
- Usar las uñas como herramientas para abrir cosas.
- Ignorar cambios de color, textura o forma en las uñas.
- Cortar las cutículas en lugar de empujarlas.
- No secar bien después de lavarse las manos.
- Limar en vaivén en lugar de una sola dirección.
- No permitir que respiren entre esmaltados.
- Utilizar productos químicos sin guantes.
- Aplicar uñas postizas sin dar descanso a las naturales.
Las consecuencias de no mantenerlas
- Puedes desarrollar hongos o infecciones dolorosas.
- Pueden encarnarse y causar inflamación.
- Se debilitan y se rompen con facilidad.
- Aparecen manchas, surcos y otras alteraciones visibles.
- Pueden generar vergüenza al mostrar las manos.
Consejos y recomendaciones para un cuidado consciente
- Cortalas después de la ducha, cuando están más blandas.
- Mantén las herramientas personales y limpias.
- Observa tus uñas regularmente para detectar anomalías.
- Acude al dermatólogo si notas cambios persistentes.
- Provee un descanso a tus uñas de los esmaltes.
- Usa productos fortalecedores si notas debilidad.
- Evita el uso de uñas acrílicas o geles con demasiada frecuencia.
- No compartas tus herramientas de manicura.
- Mantén una rutina de cuidado semanal.
- Sé paciente y constante con los resultados.
Hábitos saludables complementarios
- Alimentación balanceada: rica en hierro, zinc, vitamina B7 (biotina) y proteínas.
- Buena hidratación: beber agua suficiente ayuda a mantener uñas flexibles.
- Evita el estrés: puede afectar la salud de la piel, el cabello y las uñas.
- Ejercicio regular: mejora la circulación y favorece la salud y piel.
- Dormir bien: el descanso adecuado mejora la regeneración celular.
- No fumar: el tabaco deteriora la salud general y también afecta el crecimiento de éstas.
- Higiene constante: lavarse las manos adecuadamente es el primer paso.