Belleza

Un giro de 180 grados

[Vídeo] Sergio Ramos | El antes, el después y la evolución de su estilo

  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
    • Actualizado:

Septiembre de 2005. Un imberbe espigado de larga melena, looks imposibles y casi desconocido joven de 19 años, posa en el antepalco del Santiago Bernabéu. Finales de marzo de 2017. Esa misma persona supera la treintena de edad, tiene el pelo corto, un físico musculado y una prominente barba que le hace estar considerado uno de los futbolistas más atractivos en la actualidad. Además, aparece en diversas portadas de revistas masculinas y es un icono de estilo para muchos. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo para haber presenciado un cambio tan espectacular? Por si alguien tenía dudas, hablamos de la increíble transformación física y ‘fashion’ de Sergio Ramos.

Doce años de looks de nuestro protagonista dan para mucho y congregarlos en unas cuantas líneas se antoja más complicado que encontrar a Wally dentro de la grada del Vicente Calderón. Pero si tenemos que fijar un punto de partida, ese es su llegada al Real Madrid. Nada tiene que ver el Sergio Ramos de su primer día en el equipo blanco con el que hoy anota goles decisivos que valen triunfos.

Y cuando decimos nada nos referimos a su cambio de estilo, personalidad y físico. El Sergio Ramos de los años 2000 estaba marcado por las inevitables influencias de un chico de barrio humilde, en este caso de Sevilla. Looks sin patrón ni armonía basados en vaqueros anchos, zapatillas demasiado llamativas, camisetas con estampados excesivamente coloridos y diademas para recoger su larga cabellera. Mención aparte de trajes que no entendían de cánones de belleza, como el blanco de raya diplomática, camisa gris plomo y corbata de idéntica tonalidad, o de sus pendientes brillantes.

Las gafas de sol XL siempre han sido el complemento más usado por Sergio Ramos. Casualidades las justas, ya que el sevillano escondía bajo ellas un rostro marcado por una nariz aguileña que le acompañó hasta 2007, un año clave para entender su evolución física. Ahí empezaron sus retoques estéticos, iniciados con una ortodoncia que le dio una flamante y renovada imagen a su boca. Era un hecho que por aquel entonces Sergio ya contaba con las posibilidades económicas que le da ser futbolista de primer nivel y, aprovechando una fractura nasal que sufrió durante un partido, se sometió a una rinoplastia que corrigió una desviación de tabique que le hizo reducir su tamaño, limar el caballete y levantar la punta, afinándola más.

En 2007 empezaron sus retoques estéticos y en 2012 se cortó definitivamente el pelo

Pese a que él nunca lo ha reconocido, salta a la vista que Ramos también se ha retocado el mentón y los pómulos. Poco a poco, el chico rebelde de raíces gitanas, había empezado a mejorar su imagen. Pero la mesa seguía coja y en el debe del futbolista aún estaba su cabello y sus estilismos. 2012 fue el año escogido por él para dar un giro radical a su peinado y estrenar pelo corto, justo antes de una Eurocopa que acabaría ganando España. Fue el mismo momento en el que llegó a su vida Pilar Rubio, su actual mujer y madre de los dos hijos con los que el capitán del Real Madrid se derrite. Una nueva muestra de que las casualidades rara vez existen.

El Sergio Ramos de hoy en día

La influencia de la presentadora en Sergio Ramos ha sido total desde el año 2012. Nunca más hemos vuelto a verle con su larga melena ni con esos looks tan estrambóticos que le ponían en el disparadero de titulares fashion. Ahora las únicas variaciones en su pelo están en la dirección en la que se lo peina (hacia un lado o para atrás) y en la longitud de los laterales.

En cuanto a la ropa, el futbolista opta por outfits con prendas sobrias, elegantes y ceñidas, ya que su musculatura también ha experimentado una mejoría notable, con trajes más discretos y sin tanta estridencia. A esto hay que sumarle una barba muy cuidada, con cierto tono pelirrojo, que el defensor sabe explotar como nadie, además de una pasión indomable, tatuarse la piel.

Un coctel de rasgos que si lo agitamos da como resultado un ‘it boy’ de aire ‘hipster’, con un estilo que cala y que enamora a grandes diseñadores, los cuales no dudan en utilizarle como reclamo de sus campañas. Y sí, era difícil recoger en estas líneas un cambio de estilo tan drástico, pero habría sido imposible hacerlo si el bueno de Sergio Ramos no llega a haber escogido el camino correcto, por lo menos en lo que a estilismos se refiere. Y digámoslo sin miedo a equivocarnos, está en su mejor momento.

P.D: Feliz cumpleaños, Sergio.

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