Rihanna, un terremoto más allá del escenario
Si hay alguien que pueda ser influyente en la disciplina o terreno que sea, esa es Rihanna. La conocimos como una de las cantantes llamadas a hacer historia, y la ha hecho, pero hoy en día es imposible pasar por alto su aporte a otras industrias como la moda y la belleza. Ahora presenta una nueva colección de productos beauty, que se suma a sus beneficiosos proyectos con Puma.
La caribeña llama a los negocios (y viceversa), tanto que, tras presentar la semana pasada la última coleccion de sneakers Fenty para Puma, ahora vuelve a dar que hablar por su último trabajo. Se trata de una línea de cosméticos concebida por Kendo y dirigida a mujeres jóvenes y urbanas.
Saldrá a la venta el próximo 8 de septiembre (podrás encontrarla en tiendas Sephora), pero, casi sin darnos cuenta, hace justo un año asistimos a la presentación del primer producto de la gama, un gloss bronceado con reflejos y tonos rosados de efectos holográficos. Un producto que las modelos de Fenty usaron durante el desfile de la colección privamera/verano 2017. Será la segunda incursión de Rihanna en el mundo de la belleza, tras colaborar con M.A.C. en 2013.
Sin todavía haberse puesto a la venta, tanto desde la cuenta Fenty Beauty como la propia cantante han compartido algunos vídeos e imágenes promocionales en Instagram, algo que hace presagiar que la colección será un auténtico hit de ventas. Además, llevará sus propuestas a la prestigiosa pasarela de Manhattan, dentro de la New York Fashion Week, una de las fechas imprescindibles del calendario fashion, en las próximas semanas.
Una ambiciosa faceta empresarial
Y es que todo lo que toca Rihanna se convierte en oro. Esa sensual caribeña que en 2007 cautivaba al mundo de la música cantante la inolvidable canción Umbrella, ha ampliado sus horizontes empresariales hasta convertirse (a su manera) en una diseñadora de éxito. Ropa, perfume, productos de belleza… ¿qué más le falta por crear?
A esta circunstancia hay que unirle que su rostro genera una expectación intangible. A cada paso que da tiene decenas de cámaras disparando sus flashes para sacar la mejor instantánea de una mujer acostumbrada a llamar la atención.
Y lo hace con lookazos arriesgados, con firmas de modistos emergentes, que se cuelan -para bien o para mal- en los titulares de estilo. Valgan como ejemplos los estilismos que hace unos meses lució en la gala Parsons, en su encuentro con Brigitte Macron o para un photocall galáctico junto a Cara Delevingne. El terremoto Rihanna continúa su imparable curso.