Braguitas menstruales, la alternativa más sostenible para cuidar de tu higiene íntima
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Las braguitas menstruales son una prenda de ropa íntima diseñada para servir, al mismo tiempo, de protección para la regla. Esto se consigue añadiendo una capa en la parte del puente de las braguitas, que es la que va a ocuparse de absorber el flujo menstrual. Esta capa se define como «un tejido técnico», que es hidrófugo, antibacteriano y transpirable.
Son muchas las ventajas que ofrecen este tipo de braguitas como medio de protección e higiene frente a la menstruación. Por un lado, son reutilizables y pueden resistir numerosos lavados, lo que contribuye al cuidado del medio ambiente. Este tipo de braguita resulta muy práctica, ya que en una sola prenda tienes la ropa interior y la protección. Además, frente a las compresas tradicionales o incluso las de tela, las braguitas menstruales no se mueven ni se desplazan, lo que las hace perfectas para evitar roces e irritaciones, a lo que contribuye el hecho de que estén elaboradas en tejidos naturales como el algodón.
Una de las firmas de ropa íntima con más trayectoria lanzaba hace algún tiempo su primera colección de braguitas menstruales. Después de la presentación de la línea DIM Protect, ahora la marca apuesta por nuevos diseños, más femeninos gracias a los detalles de encaje. El mismo patrón bikini en color negro ahora con plumeti en los laterales y un delicado lacito en la cinturilla.
Estas braguitas están disponibles en tres tallas: S, M y L; y en dos niveles de absorción de flujo, medio y abundante – que equivale a dos y tres tampones respectivamente-, capaces de de dar respuesta a las necesidades en cualquier momento del ciclo, de noche y de día, e incluso practicando deporte. Las costuras cruzadas en la parte inferior de las braguitas son planas y permiten que permanezcan discretas bajo la ropa, incluso la deportiva. Sus precios oscilan entre los 27 y los 30 euros.
Al igual que el resto de la ropa interior DIM Protect, este nuevo nuevo modelo de encaje se puede lavar sin alterar su capacidad de absorción. Tras su uso, se recomienda enjuagarlas ligeramente con agua fría. Después se pueden meter en la lavadora con el resto de prendas, a un máximo de 30°. Así, las braguitas de DIM Protect pueden utilizarse solas o como complemento a otra protección y tienen la misma vida útil que cualquier prenda de ropa interior convencional.
Lo más interesante es que, al ser una alternativa a métodos higiénicos de un solo uso, contribuyen a la reducción de los residuos y también son un ahorro para el consumidor. Y es que una mujer tiene alrededor de 480 reglas a lo largo de 40 años aproximadamente. En ese tiempo gasta aproximadamente 8100 euros en productos de higiene femenina. Si utilizara braguitas menstruales (cuatro unidades cada 5 años), el gasto sería de 800 euros, lo que supone un ahorro del 70 % en comparación con el uso de métodos convencionales.