El tribunal de Miami fulmina a Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa Sánchez Vicario quiso que la disolución de su matrimonio se llevase a cabo en Miami, ahora la jueza ha sido implacable con ella
Hace casi un año y medio que Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana pusieron en manos de los tribunales su divorcio. Y no es que no se trate de una separación amistosa, es que no se han puesto de acuerdo ni siquiera acerca de en qué país debe llevarse a cabo el proceso. Mientras el empresario quería divorciarse en España, donde se casó y donde constan las capitulaciones matrimoniales que firmó, la tenista quería hacerlo en Miami, donde residen desde hace cinco años.
La juez, según la información que recoge Vanitatis, se ha mostrado implacable. Considera que hay una serie de cosas que Arantxa no hizo bien. La primera de ellas, irse con sus hijos de casa cuando su marido estaba en el hospital y no comunicar donde se encontraban ni facilitar el contacto con el padre. La siguiente, poner una demanda de divorcio en Miami a sabiendas de que Santacana ya había trasladado el proceso a España. Y la tercera, no mencionar las capitulaciones matrimoniales que ambos firmaron de mutuo acuerdo antes de su ‘sí, quiero’. La juez considera que su intención pasa por “intentar presentar reclamaciones de reparto equitativo contra los bienes probativos del esposo para saldar, según parece, sus propias infracciones tributarias”.
La sentencia del tribunal es demoledora, dice que no da gran peso ni al testimonio de Arantxa puesto que entra en conflicto con otras evidencias del caso, ni al perito aportado por ella por presentar pruebas que considera inconsistentes. Sin embargo, deja de manifiesto la credibilidad del testimonio de Santacana que se sustenta perfectamente con las pruebas presentadas.
De nuevo malas noticias para Arantxa, que aún puede recurrir en un tribunal americano, pero parece que poco probable que vaya a conseguir su propósito. En España, donde el juzgado si se declaró competente, el matrimonio ya está disuelto y se han tenido en cuenta las capitulaciones por lo que empresario ha conseguido eludir la deuda contraída con el banco de Luxemburgo.