La separación forzosa de Anne Igartiburu y Pablo Heras Casado
Pablo Heras Casado comparte con sus seguidores su reclutamiento en Granada, separado de su mujer, Anne Igartiburu, y de sus hijos.
En plena crisis del coronavirus, Pablo Heras y Anne Igartiburu se han visto obligados a distanciarse temporalmente. Cuando el presidente del gobierno decretó el estado de alerta el pasado sábado, el director de orquesta se encontraba en Granada para visitar a sus familiares, los cuales no veía desde hace tiempo por sus labores profesionales.
Pablo ha compartido con todos sus seguidores la situación que está viviendo en la ciudad andaluza de Granda; “lo que un principio era un viaje para ver a mi familia, a la que no veía desde hacía tiempo por un periodo intenso de trabajo, de repente se ha convertido en un lugar de aislamiento, pero con responsabilidad y haciendo lo que hay que hacer”.
El marido de Anne Igartiburu ha confesado que, tras llegar a Granada, empezó a sentir algunos síntomas propios del coronavirus. Tenía fiebre y tos y decidió aislarse en casa de sus padres y no volver a Madrid para evitar cualquier tipo de contagio con sus hijos y con su mujer. “Lo más importante es cuidar a todos los demás, a la familia más inmediata y a todos los que tenemos alrededor”, expresaba a través del vídeo que ha publicado en sus redes.
Aun padeciendo algunos síntomas, ha explicado que, ha decidido no hacerse la prueba porque, la crisis sanitaria que está viviendo España está dejando sin materiales suficientes para todos y, considera que hay personas que lo necesitan más urgentemente que él: “hay que ser generoso y estar todos a una”.
Además, ha dejado entrever que, aunque ahora mismo está reclutado en la casa de sus padres, a ellos tampoco les ve, por lo que está aislado sin tener ningún tipo de contacto con ningún miembro del domicilio andaluz.
A pesar de los duros momentos por los que está viviendo toda la población española, Pablo ha querido sacar el lado positivo de esta cuarentena; “es un momento para sentirnos aún más unidos con los que tenemos cerca, y los que tenemos lejos también. También para buscarnos y encontrar cosas de nosotros mismos en esta vida frenética. Es una oportunidad para querer, para cuidar, a nosotros mismos y a los demás”.
Aprovechando la ocasión también ha querido dar las gracias a todo el personal sanitario español que ese está dejando la piel, llegando a hacer turnos de más de 36 horas para poder acabar con esta pesadilla lo antes posible; “estamos apoyados por un sistema sanitario que es increíble lo que están haciendo. Es emocionante la reacción de todo el mundo cuando cada día salen a sus balcones a aplaudir para agradecer el trabajo que están haciendo”.