Rocío Flores sobre su madre y su concurso: "quería demostrar que no soy una persona agresiva"

Rocío Flores ha sido, durante años, uno de los personajes más misteriosos del panorama nacional. Hasta ahora. Tras su paso por ‘Supervivientes’, habiendo quedado tercera finalista, la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco ha concedido una extensa entrevista en exclusiva para la revista ¡HOLA! en la que habla sin tapujos sobre los grandes secretos que le han rodeado a lo largo de su vida.

Más allá de las imágenes que acompañan al texto, en las que Rocío Flores aparece con una imagen renovada y guardando un potente parecido físico con la actriz Sophie Turner, sorprende en la exclusiva la cantidad de veces que se ve reflejada la emoción de la joven. Rocío ha hablado con detalle sobre su relación con su madre por primera vez, y tal y como cita la publicación, las lágrimas estuvieron muy presentes. 

Durante sus más de tres meses en Honduras ha sorprendido la naturalidad con la que la joven habla de Rocío Carrasco y lo presente que la tiene en su día a día, pero Flores no entiende la sorpresa. «No he ido a Honduras para aprovecharme de la imagen de mi madre. He hablado de ella cuando se me ha preguntado y es normal que me preocupase cuando supe lo de la pandemia. He ido para que la gente me conozca como soy y demostrar a todo el mundo que no soy una persona agresiva». 

Aunque habla de su madre con total naturalidad, la hija mayor de Antonio David tiene claro que nunca hablará mal de ella y si algo anhela eso es un reencuentro en el que para ella, sobrarían las palabras y sería suficiente con un beso y un largo abrazo: «No voy a decir cuándo empezaron los problemas con mi madre. Es mi madre y en algún momento nuestra relación debe arreglarse. No voy a hablar mal de ella ni aquí ni en la televisión. La guerra entre mi padre y mi madre es de ellos, y los perjudicados somos sus hijos». Además, Rocío piensa que si estuviera viva su abuela nada de esto hubiera ocurrido y resta importancia a quienes le tacharon de oportunista al recordar a su madre ante las cámaras en el día de su cumpleaños: «Creo que si mi abuela estuviera aquí nada de esto hubiera pasado. Yo me acuerdo de mi madre cada día y siempre en especial el día de su cumpleaños. Una cosa es que no tengamos relación y otra que no me acuerde de ella. Tengo confianza en que se produzca un acercamiento. La echo de menos. Quiero el acercamiento porque es mi madre y también por mi hermano».

Sobre su vida personal, Rocío está feliz. Sus planes son seguir con la vida que llevaba y terminar sus estudios de nutrición y dietética. A la vez, está buscando un hogar para independizarse junto a su pareja y, aunque su idea es seguir en Málaga, no descarta seguir vinculada a Madrid y a la televisión si le ofrecieran un proyecto que le apasionase.

Con 16 kilos menos, una operación de pecho planeada para final de verano y rodeada de casi todos los suyos, Rocío Flores es una mujer satisfecha. «He aprendido a creer en mí, a valorarme y a valorar cosas del día a día a las que no daba importancia. También a convivir con personas muy distintas a mí, mi balance es positivo. Me he superado a mí misma».