Roberto Iniesta tras Robe de Extremoduro: de su familia blindada a su negocio de casas rurales
El líder de Extremoduro ha fallecido a los 63 años tras ser diagnosticado con un tromboembolismo pulmonar
Su delicada condición le había obligado a cancelar varias actuaciones previstas para finales de 2024
El fallecimiento de Roberto Iniesta, más conocido como Rober, a los 63 años, ha generado un gran impacto dentro del mundo de la música. El líder de Extremoduro se había alejado de los escenarios el año pasado tras ser diagnosticado con un tromboembolismo pulmonar. Y, desde entonces, se había volcado por completo con su salud, protegiendo su vida personal con un profundo hermetismo. Tanto es así, que conocemos muy poco sobre ese núcleo tan íntimo que permaneció a su lado hasta el último momento.
Lo poco que sabemos es que en los últimos años Iniesta había optado por un estilo de vida mucho más tranquilo, y que vivía en Lezama, Vizcaya, junto a su esposa Bibi Vázquez y los dos hijos que tienen en común: Nahún y Karín. Ambos jóvenes rondarían la treintena y han procurado mantenerse alejados de la fama. Eso sí, en cierta forma han seguido los pasos de su padre en el terreno de la música. De hecho, Nahún ha llegado a ser baterista de la banda Kontrol-M.
La vida privada de Robe más allá de Extremoduro
Pese a la gran discreción que siempre ha rodeado a la familia, en alguna ocasión Robe sí que ha dado detalles respecto a su faceta como padre. «A uno de ellos le ha comprado un coche. Vive en una casa que muy pocos conocen», desvelaba en la revista Rolling Stone. «Le gusta la comida casera, escribe y lee todas las noches…», describía a uno de sus hijos. Además, dejaba entrever que había optado por estudiar Gramática y Ortografía en la Universidad a distancia.
El cantante también disfrutaba de pasar tiempo con sus grandes amigos, Iñaki Antón, -compañero de Extremoduro-, o Fito Cabrales, de Fito & Fitipaldis. De hecho, aprovechaban su cercanía para «salir en bicicleta por el monte». Y es que si por algo se caracterizaba Iniesta, es por llevar una vida sana. «Robe lleva a su perro a entrenar, sale poco de casa, no alterna, no va de copas y vive un momento interesantemente fértil», detallaban en la misma revista.
Por otro lado, el líder de Extremoduro también tenía el sueño de construir una docena de casas rurales. Un proyecto de agroturismo que consiguió llevar a cabo en su finca El Goterón, cerca de Plasencia. Y es que en noviembre de 2024, coincidiendo con su problema de salud, la Dirección General de Sostenibilidad por fin emitió un informe favorable para dicho proyecto tras varios años topándose con una negativa constante.
La enfermedad que truncó sus planes
En cuanto a la relación con su mujer, Bibi, parece que fue en los años 90 cuando el cantante decidió alejarse de las adicciones y volver junto a ella, tras pasar un tiempo separados. Desde entonces, Robe se había volcado por completo con su familia. «Mucha gente está empeñada en decir que soy yonqui, pero no es verdad. Solo me pongo… lo normal. La droga no es mala. Los malos son los hombres y sus acciones. Es como si pegas un tiro a alguien y le echas la culpa a la bala», aseguraba contundente.
Lamentablemente, los problemas de salud terminaron interponiéndose en su camino, sobre todo a partir de que en 2024 fuese diagnosticado con un tromboembolismo pulmonar. Una afección caracterizada por la obstrucción de una arteria pulmonar debido a un coágulo desplazado, y que le obligaba a guardar «reposo absoluto». Y es que cualquier esfuerzo podría poner en riesgo su salud. Así, tomaba la decisión de cancelar los conciertos que tenía previstos en Madrid para volcarse con completo con su recuperación.