¿Qué hacemos con Fergie?: los Windsor, en jaque tras la caída a los infiernos de la duquesa de York
La duquesa de York ha sido la última salpicada de manera directa por el caso Epstein
En los últimos años había logrado un acercamiento a los Windsor, gracias a su apoyo constante al príncipe Andrés
Sarah Ferguson sabe muy bien lo que significa que la familia real británica te cierre las puertas y que la opinión pública se ponga en tu contra. La duquesa de York fue en los años 90 la protagonista de uno de los escándalos más sonados que han salpicado a los Windsor. Las imágenes de la todavía esposa del príncipe Andrés -hijo predilecto de la Reina Isabel- con John Bryan durante unas vacaciones en Saint Tropez con sus hijas en 1992 dieron la vuelta al mundo. No todos los días se pilla a una royal con un hombre que no es su marido y que le chupa el dedo gordo del pie mientras ella está tranquilamente en topless. Bryan años después explicó que no había nada sexual en la situación y dijo que se trataba solamente de una broma, pero el daño reputacional ya estaba hecho.
Varias décadas después y tras mucho tiempo condenada al ostracismo por los Windsor, Fergie parecía haber encontrado su lugar en el mundo. Alejada de la actividad oficial pero no desvinculada de la familia real del todo, la duquesa ha vivido los últimos años con relativa tranquilidad. Ha estado al lado del príncipe Andrés en su caída a los infiernos por el caso Epstein, algo que le permitió un acercamiento con la Reina Isabel II y después con el rey Carlos III. De hecho, ha estado invitada a algunas citas importantes en los últimos años. El que nunca le perdonó su comportamiento fue el príncipe Felipe y por eso hasta su muerte la relación entre Fergie y los Windsor no entró en una dinámica más normal.
Una fuerte crisis reputacional
Sin embargo, las noticias de los últimos días no son nada alentadoras para la duquesa de York. La que fuera cuñada del rey Carlos III se encuentra inmersa en una grave crisis reputacional que ha llevado a varias organizaciones benéficas a retirarle su apoyo y a apartarla de sus patronatos. Esto es consecuencia de la filtración de una serie de correos electrónicos antiguos en los que califica a Jeffrey Epstein como su amigo fiel.
Algo que no tendría importancia si los correos fueran de antes de la condena del financiero o si Ferguson no tuviera sospecha de sus actividades, pero, la realidad es que la fecha de este intercambio de mensajes es posterior a que Epstein cumpliera condena por explotación de menores. Es más, el texto que ha trascendido es especialmente sangrante: «Sé que te sientes muy decepcionado conmigo. Debo disculparme contigo y con todo mi corazón por eso. Siempre has sido un amigo leal, generoso y grandioso para mí y mi familia. Me han aconsejado que corte la relación contigo», reza uno de los extractos que se ha hecho público.
Una actitud por parte de Sarah Ferguson que las organizaciones con las que trabajaba consideran imperdonable y por eso han roto cualquier tipo de relación con ella. Entre las organizaciones se encuentran Julia’s House, The Natasha Allergy Research Foundation, Prevent Breast Cancer, Teenage Cancer Trust y Children’s Literacy Charity. Especialmente importante era el vínculo con las fundaciones dedicadas a temas relacionados con el cáncer, dado que ella misma ha sido paciente oncológica -Ferguson ha tenido un melanoma y un cáncer de pecho-.
La difícil situación de los Windsor
Por el momento la casa real no ha hecho declaraciones sobre la situación de la duquesa de York, aunque algunas fuentes aseguran que este escándalo podría llevar a Carlos III a retirarle el título que todavía mantiene y que, al igual que a Diana, se le permitió llevar tras el divorcio -no así el tratamiento de alteza real-. No obstante, también hay sectores que creen que es mejor dejar a Fergie como está o apartarla un poco de los actos familiares -a los que estuvo mucho tiempo sin ir- por temor a lo que pueda decir y hacer en represalia a la decisión del rey sobre su título o sobre el actual papel de sus hijas.
Las princesas Beatriz y Eugenia han logrado, hasta ahora, permanecer bastante al margen de la situación de sus padres, y aunque no son miembros oficiales de la familia real, sí que participan en numerosos actos. Tanto el rey Carlos III como antes la Reina Isabel II nunca fueron partidarios de que entraran en la estructura de La Firma, como era el deseo de Andrés. Aún así, Beatriz sí que tiene la facultad de ejercer como Consejera de Estado hasta la mayoría de edad del príncipe Jorge.
Por su parte, los portavoces de Sarah Ferguson sí que han declarado que la duquesa lamenta profundamente cualquier vínculo pasado con Epstein y han asegurado que este correo no partió de un deseo personal de ella, sino que fue consecuencia de amenazas legales del magnate.
Una amistad en jaque
En su acercamiento a los Windsor en los últimos años ha tenido que ver su relación con el príncipe Andrés -que nunca se rompió del todo-, pero también la figura de la reina Camila, por muy extraño que parezca. Aunque Sarah Ferguson fue una persona que estuvo al lado de Lady Di en sus primeros años como miembro de la familia real y se apoyaban mutuamente, no mucha gente conoce los detalles de la buena relación entre Fergie y Camila.
El papel de la reina Camila ha sido fundamental para que Sarah Ferguson haya recuperado cierta presencia en círculos relacionados con la realeza y con las causas sociales tras muchos años alejada de este ámbito por su conducta. Fue ella la que apoyó que Fergie volviera a participar de manera activa en la organización benéfica Elephant Family, una organización fundada por el hermano de Camila, Mark Shand. Nunca han sido amigas íntimas, pero sí que ha existido entre ellas una relación estrecha y de respeto mutuo. De hecho, la duquesa de York siempre ha agradecido este apoyo de la reina Camila, que ahora podría verse truncado tras los últimos acontecimientos.