Las preocupantes palabras de la princesa Mette-Marit paralizan Noruega: "Necesito más ayuda"
La princesa Mette-Marti atraviesa un delicado momento vital desencadenado por la polémica con su hijo y su estado de salud
Hace unos días, la Casa Real de Noruega anunció que la princesa Mette-Marit se tomaría un descanso
La princesa Mette-Marit no se encuentra atravesando uno de los mejores momentos de su vida. Desde que le diagnosticaran una fibrosis pulmonar crónica en el 2018, su salud se ha resentido notablemente. A esto se le ha sumado la polémica que envuelve a su hijo. Marius Borg está acusado de haber cometido, supuestamente, numerosos delitos relacionados con los malos tratos, el tráfico de drogas y la tenencia ilícita de armas.
En medio de todo este revuelo, la Casa Real de Noruega —a la que este joven no pertenece, ya que es fruto de un idilio anterior de la esposa del heredero, Hakoon de Noruega— ha decidido hacer un comunicado. En él informan del cese temporal de las funciones oficiales de la princesa dentro de la agenda institucional, motivado por un proceso de rehabilitación relacionado con su dolencia al que tiene que hacer frente y que comenzará a principios de octubre. Todo esto para tratar de controlar la afección que padece y que interfiere en su día a día.
Tras estos acontecimientos, Mette-Marit ha reaparecido en público para asistir a la conferencia Frida Hansen y la Tela Transparente en el Museo Folclórico Noruego y allí ha aclarado este aspecto con la prensa, después del impacto que provocó la misiva en los habitantes del país nórdico. Sin tapujos y con gran naturalidad, la princesa ha afrontado las preguntas de los reporteros y ha desvelado sin rodeos algunos detalles relevantes de esta nueva fase. «Debería haberlo hecho hace tiempo», comenzó diciendo. Pero ha sido ahora cuando ha encontrado el momento idóneo. «Lo haré porque necesito un poco más de ayuda que antes para afrontar la vida diaria con la fibrosis pulmonar», ha confesado con sinceridad al canal noruego NRK y a otros medios congregados en las inmediaciones del enclave mencionado.
El atuendo de Mette-Marit
Para esta ocasión, la princesa Mette-Marit ha elegido un look cómodo a la par que elegante. Se ha decantado por los azules con un vestido de rayas cobalto sobre fondo blanco de corte camisero con botonadura frontal y una lorza en la parte de la cadera.
Un estilismo que ha rematado con un cinturón fino de piel brillante con detalles dorados y una impecable americana marino de estructura clásica. Como complementos, la madre de Borg ha seleccionado unos salones nude de la firma de lujo Aquazzura y unas medias de rejilla al tono de la piel que pasaban prácticamente inadvertidas. Siguiendo la línea de la discreción, ha añadido al atuendo una selección de joyas minimalistas y nada ostentosas, entre las que destacan dos pulseras finas , una de ellas con perlas y otra de oro amarillo, y dos sortijas en los dedos anulares de ambas manos. Todo esto lo ha acompañado con su más que característica media melena rubia platino.