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De musa rebelde a dama de la izquierda caviar: Ana Belén cumple 74 años y no se calla

Este martes 27 de mayo, Ana Belén sopla 74 velas

Ana Belén ha sido un emblema de compromiso político a lo largo de su trayectoria

Ana Belén, junto a Víctor Manuel, es madre de dos hijos: David y Marina

  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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Este martes 27 de mayo, Ana Belén sopla 74 velas. Y aunque el número imponga, pocas figuras del panorama cultural español pueden presumir de seguir tan activas, visibles -y debatidas- como ella. María del Pilar Cuesta Acosta, nacida en el castizo Lavapiés y rebautizada artísticamente como Ana Belén, ha sido muchas cosas: niña prodigio, actriz de raza, cantante con causa, referente cultural… y, con el paso del tiempo, uno de los rostros más reconocibles de esa élite tan comentada como contradictoria: la izquierda caviar.

De raíces obreras, hija de un cocinero y una portera, no llegó al estrellato en coche oficial, sino con el tesón de quien pisa escenarios desde los trece años. Fue entonces cuando rodó Zampo y yo, y desde entonces no ha soltado el foco. No se ha bajado de los teatros, ni de los platós, ni del imaginario colectivo. Su currículum mezcla premios y portadas, himnos generacionales y papeles memorables. Ana Belén ha sido, y sigue siendo, una artista total. Pero no sólo eso: también ha sido un emblema de compromiso político, al menos durante buena parte de su trayectoria. 

Ana Belén en un evento en Ciudad Real. (Foto: Gtres)

Durante el franquismo y la Transición, su militancia era tan pública como personal. En 1974, junto a Víctor Manuel -compañero sentimental y escénico-, se afilió al PCE. Y no por moda o pose, sino por convicción. Iban a manifestaciones, firmaban manifiestos, sufrían vetos, y en el caso de Víctor, incluso detenciones. Mientras otros se dedicaban a la copla y el folclore amable, ellos llenaban auditorios con canciones sobre minas, libertad y dignidad. El dúo no solo cantaba: incomodaba. Y eso, en aquel momento, era decir mucho.

Pero los años pasan, y las ideologías también maduran, o se desgastan. Tras el descalabro electoral del PCE en 1982, Ana Belén y Víctor Manuel fueron tomando distancia. Y en 2019, en una entrevista con Vanity Fair, llegó la frase que muchos interpretaron como un portazo definitivo: «Ya no me considero comunista». La declaración no era una traición, sino un ajuste de cuentas con una etiqueta que, según ella, nunca le encajó del todo. Reivindicaba un comunismo más estético que dogmático, el italiano, el de Gramsci y vino caro, y se desmarcaba del soviético sin complejos.

Ana Belén en un evento en Ciudad Real. (Foto: Gtres)

La reflexión, aunque honesta, cayó como bomba en ciertos sectores. Porque una cosa es evolucionar políticamente y otra, para muchos, fue casi dinamitar el símbolo que durante décadas había representado. Aunque lo cierto es que ese alejamiento no fue un giro brusco, sino más bien una transición silenciosa, anunciada a base de matices, gestos y elecciones personales. Mientras seguía apelando a la igualdad y a la justicia social, lo hacía desde una finca en Torrelodones o desde un piso en Chamartín, dos de los enclaves más exclusivos del mapa madrileño. Vestida por diseñadores de alta costura, entre bastidores con Ulises Mérida y sobre alfombras rojas, Ana Belén encarnaba, sin querer o queriendo, la postal más pulida de la llamada «izquierda caviar».

La discreta vida personal de Ana Belén

Ana Belén, una de las figuras más emblemáticas de la cultura española, ha mantenido a lo largo de su carrera una vida privada discreta y alejada de los focos mediáticos. Su relación con el cantautor Víctor Manuel, con quien contrajo matrimonio civil en Gibraltar en 1972 debido a las restricciones del régimen franquista, es considerada una de las más sólidas y duraderas del panorama artístico nacional. Fruto de su unión nacieron dos hijos: David San José, en 1976, y Marina San José, en 1983. Ambos han seguido los pasos artísticos de sus padres.

Ana Belén y Víctor Manuel en un acto en Madrid. (Foto: Gtres)

David es compositor, productor y arreglista musical. Estudió Composición de Bandas Sonoras en la prestigiosa Universidad de Berklee, en Boston, y actualmente dirige el estudio de grabación Raro Tempo, por donde han pasado artistas como Rozalén y Vanesa Martín. Marina, por su parte, se ha labrado una carrera como actriz en teatro, cine y televisión. Ha participado en series como Amar en tiempos revueltos y Gran Reserva, y también ha destacado en el teatro con obras como Don Juan, el burlador de Sevilla.

Ana Belén y Víctor Manuel son también abuelos de dos nietos, Olivia y León, hijos de David y su esposa, la publicista Paloma Montón. 

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