La intensa vida amorosa de Adriana Abascal, bella, simpática y con personalidad arrolladora

La mexicana Adriana Abascal vuelve a ser noticia por su inesperado romance con Filiberto de Saboya, el jefe de la Casa Real del mismo nombre, la dinastía que reinaría en el país de haber monarquía en la república de Italia. Abascal es una «vieja» conocida en la crónica social española por su sonado matrimonio con el expresidente de Telefónica Juan Villalonga, con el que ha tenido tres hijos.

Dotada de una gran belleza, personalidad y arrolladora simpatía, la mexicana y el exdirigente de la compañía telefónica sorprendieron y crearon un gran revuelo en 2001 cuando se enamoraron y dieron a conocer su romance ya que él estaba en ese momento casado. No sólo eso, Villalonga, además de su importante cargo profesional, formaba parte del círculo íntimo del entonces presidente del Ejecutivo, José María Aznar, siendo las esposas de ambas también muy amigas, hecho que, según trascendió en aquel momento, no sentó nada bien a la pareja presidencial, bastante más conservadores en cuestiones de posicionamiento ante los matrimonios.

Primer amor, el todopoderoso Emilio Azcárraga

Adriana tenía apenas 30 años cuando conoció a Villalonga y era la ‘viuda’ del poderoso empresario mexicano Emilio Azcárraga, apodado «El Tigre», dueño del potente conglomerado televisivo, Televisa, uno de los más influyentes del país azteca. Cuando Adriana se unió con Emilio era muy joven y su pareja acababa de separarse de la que había sido su segunda esposa, Paula Cusi, con la que estuvo casado desde 1972 hasta 1987. Sin embargo nunca se casaron.

La noticia de su romance fue todo un revuelo también en México porque él estaba casado y por la diferencia entre ambos, unos 40 años. La pareja acabó con la muerte de él en 1997 víctima de un cáncer de páncreas y la ‘viuda’ tuvo diferencias con los hijos de su pareja por la cuestión de la herencia que terminó resolviéndose vía judicial, recibiendo ella una suculenta parte después de 8 años de matrimonio en el que no hubo hijos. El hecho de que nuca habían estado casados había dejado a Abascal en una situación compleja de cara a la reclamación de una pensión por los años de romance con él.

Adriana había saltado a la fama por haber ganado el concurso de Miss Veracruz y, pese a que entonces ya dio un salto a la vida llena de recursos, muy diferente a que hasta ese momento había conocido, mucho más humilde, el gran salto de su vida fue cuando conoció la vida llena de lujos y viajes en jet privado con Azcárraga. La vida con él no estuvo, sin embargo, exenta de espinas, ya que los hijos de su pareja siempre opusieron una fuerte resistencia a la nueva pareja de su padre en quien veían una intrusa y oportunista que estaba con él por dinero.

Primer matrimonio, Juan Villalonga

Una vez que se había quedado viuda conoció al que sería su segundo marido, Juan Villalonga. Fue en México en uno de los constantes viajes que por entonces el empresario hacía a la capital azteca.

En 2001 contrajeron matrimonio civil en la mansión que la mexicana había heredado de su primer marido. A aquel enlace acudió la flor y nata de la sociedad español como Alberto Cortina y famosos a nivel internacional como Gloria Stefan o Salma Hayek, también mexicana. El matrimonio tuvo tres hijos, Jimena, paulina y Diego y, si bien al principio residieron en Los Ángeles, cuando se divorciaron en 2009, ella se mudó con los 3 hijos a París.

En aquella época Adriana se convirtió en una auténtica celebritie en España, saliendo de manera constante en la decana de las revistas del corazón, llegando a tener incluso un exitoso blog donde comentaba aspectos de su día a día relacionados sobre todo con el mundo de la moda.

Segundo matrimonio: Emanuel Schreder

Adriana comenzó en su etapa parisina una relación amorosa con el el francés Mathias Helleu aunque no duraron demasiado. En 2013 se casó en Ibiza en una boda llena de famosos con el francés Emmanuel Schreder del que también terminaría divorciándose.

Desde aquél matrimonio hasta hoy sólo se le había conocido otra pareja sentimental, Maxime Falknstein, un galerista de origen belga con un gran poder dentro del mundo del arte y con un importante patrimonio. Esa relación también terminó y desde entonces no se la había conocido otra pareja sentimental hasta que la semana pasada saltó a los medios, lo adelantó LOC, la noticia de su romance con Filiberto de Saboya, separado desde 2022 de la actriz francesa y madre de sus dos hijos, Clotilde Corau.

¿Quién es Filiberto de Saboya?

Nació en Ginebra, Suiza, en 1972, es decir, estando su familia ya en el exilio debido a que la monarquía italiana fue abolida tras la proclamación de la república en Italia en 1946 que, entre otras cosas, recogió en su nueva Constitución la prohibición expresa de entrar dentro del territorio a cualquier varón descendiente de Humberto II, último rey de Italia.

Hijo de Victor Manuel, fallecido en febrero de 2024 e hijo del derrocado rey y de Marina Ricolfi-Doria, tuvo una vida siempre llena de privilegios a diferencia de otras monarquías de la época que sufrieron el exilio. En 202 se derogó la prohibición y desde ese año ya pudo entrar en el país de su familia, hecho que le permitió, entre otras cosas, contraer matrimonio en el años 2003 en Roma, concretamente en la Basílica de los Ángeles y los Mártires con la actriz francesa Clotilde Courau con la que ha tenido dos hijos, Victoria, nacida ese mismo año de la boda y Luisa, en 2006.

No se sabía que se habían separado, o al menos no lo habían comunicado de manera oficial, hasta que ha saltado la noticia de su romance con Adriana Abascal.

Adriana Abascal es dueña de un físico espectacular, así como de una simpatía y personalidad arrolladora que ahora parece que le ha robado el corazón al príncipe italiano.