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En el festival del Jardín de las Delicias

Hombres G pone a saltar a tres generaciones a la vez en la Complutense

  • Gema Lendoiro
  • Directora de Look. Periodista e historiadora.
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Hombres G puso a bailar este viernes 20 de septiembre a chicos de 20, de 40 y de 60 años. Tres generaciones que no pararon de saltar y cantar las canciones de la mítica banda de pop madrileña. Fue en el Festival del Jardín de las Delicias que, después de cinco ediciones, ha mejorado notablemente en su organización tras la avalancha de críticas en las primeras convocatorias.

El cabeza de cartel de este viernes era Hombres G y la banda llenó el recinto. Lo curioso es que el amor por su música se ha ido transmitiendo de padres a hijos y  a los hijos de estos, haciéndolo de lo más heterogéneo en edades, que no en estilo. Una de las cosas más curiosas de asistir a un concierto además de ver a tu banda favorita, lógicamente, es observar cómo cambia el vestuario en función de quién toca. En un festival, donde siempre actúan varios grupos, resulta un espectáculo sociológico de lo más divertido ver las diferencias si, por ejemplo, comparten cartel, Taburete con Viva Suecia como así sucederá este sábado 21 de septiembre.

El concierto comenzó a las diez y cinco con Voy a pasármelo bien, una canción muy clásica en su repertorio y con toda una declaración de intenciones. «Esta noche todo el mundo ha venido a pasárselo de puta madre», gritó un David Summers totalmente en forma. Continuó con El ataque de las chicas cocodrilo, dando paso a un poco de romanticismo con Si yo no te tengo a ti, Un par de palabras, Te quiero y para volver a mover al público con Indiana. En esos momentos las barras de bebida y comida, hasta el inicio del concierto con hasta tres filas de espera, estaban vacías. Es el mejor momento, sin duda, para aprovisionarse y ver el concierto con cierta distancia, sobre todo cuando se tiene una edad como servidora y las aglomeraciones y los empujones ya no están hechos para ti.

Fans en el concierto de Hombres G. (Foto: Instagram Festival Jardín de las delicias).

El público se entregó como suele suceder en todos los conciertos de grupos míticos. Cantarranas se mezcló sobre todo de señoras rubias que en los ochenta eran jovencitas y con jovencitas que lo son ahora y que, en muchos casos son sus hijas. Mucho más público femenino que masculino, todo hay que decirlo. El fenómeno groupie de Hombres G no ha decaído. Lo mejor de todo, sin duda, el desgañite generalizado de los que tenemos cierta edad y aprovechamos esos momentos para cantar y recordar que tuvimos una vez una juventud. ¡Y qué juventud! Y con Hombres G no se falla. ¿Quién que haya cumplido ya 50 no se sabe sus canciones aunque sea fan de Metallica?

David Summers en el concierto del Jardín de las Delicias, en septiembre de 2024. (Foto: Instagram del Jardín de las Delicias)

Uno de los momentos más emocionantes del concierto cuando cantaron Bar, visite nuestro bar, y en el escenario a través de las pantallas, se proyectaban imágenes del mítico bar Rowland. Este clásico templo del rock de los años 70, 80 y 90, sobre todo internacional, abrió sus puertas el 20 de abril de 1978. De hecho, cada 20 de abril hacen una mítica fiesta. Nano, su dueño y Chafly, su encargado recientemente jubilado pero que sigue en la memoria colectiva de todos los que visitamos con frecuencia este bar, vieron crecer a Hombres G como banda. El bar está en la Avenida de Baviera 9 y, aunque pequeño, es enorme en música y encanto. En sus paredes se pueden ver fotos de un Mick Jagger jovencísimo a cuyas pies hay una foto del famoso día de la Plaza de Tiananmén, un cartel original del primer festival de Woodstock (agosto de de 1969), por supuesto de los AC/DC, una foto de Peter Tosch con Mick Jagger y Bob Marley, imágenes de Jimmy Hendrix, John Lennon, John Hiatt, Bruce, y en una de las paredes ya tocando el techo, una guitarra, un bajo, un plato de batería y unas baquetas de Hombres G.

Hombres G lo convirtió en un lugar de culto y peregrinaje para sus fans, ya que este emblemático local aparecía en la letra de sus canciones y videoclips como Visite nuestro bar o en su primera película Devuélveme a mi chica (1987). Con su último proyecto musical, La esquina del Rowland, Hombres G rememoran los buenos momentos pasados en este lugar, cuyas paredes forman parte de la memoria histórica de toda una época y de la gente de Madrid.

Es tan emblemático este bar que el Ayuntamiento de Madrid lo homenajeó en marzo de 2023, colocando una placa conmemorativa el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la entonces vicealcaldesa, Begoña Villacís y, por supuesto, del cuarteto madrileño.

El alcalde de Madrid, Martínez-Almeida en la colocación de la placa conmemorativa al Bar Rowland con los míticos Hombres G. (Foto: Ayuntamiento de Madrid).

La banda terminó puntualmente una hora más tarde de haber comenzado. Es lo que tienen los festivales, que son muchos los grupos que actúan y no ha lugar a muchos bises. Dejaron un estupendo sabor de boca, sobre todo en los mayores que sin duda disfrutaron rememorando viejos tiempos cantando todas y cada una de las canciones que la banda interpretó. Los más jóvenes, se supone que también se divirtieron bastante y digo supongo porque, otra característica de las nuevas generaciones es que mientras tocan incluso sus bandas favoritas, no paran de moverse por el recinto de los festivales (pasa en todos), para cierta desesperación de la gente que sí está mirando el escenario y que tiene que moverse para dejar pasar. Maneras distintas, sin duda, de disfrutar la música: a través de las pantallas de los móviles y sin para de moverse de un lado a otro. Otra forma de entender un concierto.

Una fan en el concierto de Hombres G. (Foto: Instagram del Jardín de las Delicias).

El público estaba unido en cuanto a las canciones. Los mayores han crecido con esa banda sonora en su juventud y las nostalgia se hace inevitable. Los más jóvenes no la han tenido tan a mano en bares y discotecas como sus padres pero sí a través de las plataformas digitales. Lo digital, tan de la generación de los nacidos a partir del año 2000, no pueden desprenderse jamás de esto ni cuando acuden a ver a su grupo favorito al que verán a través de la pantalla del móvil la mayor parte del concierto incluso si han pagado 90 euros por verlos en directo. No falla. Si uno va a un concierto o bar de música, al margen de lo que aparente por el físico, una manera de averiguar qué edad ronda es mirar si tiene el móvil en la mano. Si no lo tiene, probablemente tendrá más de 40 años. Si lo tiene, lo más seguro es que oscile la veintena e incluso treintena.

Esto es un fenómeno muy curioso que se vio claramente plasmado cuando vino a España en la misma semana Taylor Swift y AC/DC, la primera en Madrid y los segundos en Sevilla. Los seguidores de la primera lograron mucha más repercusión en redes sociales que los de la mítica banda de rock. La razón es muy sencilla, los primeros retransmitieron el concierto con sus móviles viéndolo a través de sus pantallas, igual que hace un cámara de televisión trabajando, los segundos prefirieron mirar directamente al escenario. Formas de vivir la vida y ejercer la pasión por la música.

Lo que queda claro es que Hombres G hizo vibrar a jóvenes y no tanto, en directo o a través de las pantallas, y ofrecieron un concierto muy digno. Y eso, a pesar de una ligera lluvia que amenazó con arruinarlo todo.

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