El gran susto de Ana Soria
Noche agridulce para Enrique Ponce y Ana Soria. La almeriense ha sido testigo directo de una aparatosa cogida que el diestro ha sufrido en el Puerto de Santa María, justo cuando se disponía a entrar a matar. Un momento difícil que, por suerte ha quedado en un susto.
Desde hace varios días que Ana Soria acompaña al torero de Chiva por las diferentes plazas, pero esta es la primera vez en la que sufre la angustia de presenciar cómo el torero es atrapado por el animal el albero. Las imágenes de la joven almeriense desde las gradas reflejan la tensión y la angustia que sufrió en el momento de la cogida, hasta el punto de que tuvo que quitarse la mascarilla durante algunos minutos.
Tras ser cogido por el toro, cuando todo el público estaba en máxima tensión, Ponce se levantó para saludar a las gradas, que respondieron con un sonoro aplauso. Nada más llegar al burladero, lo primero que hizo el diestro fue buscar a Ana con la mirada, para después acercarse a ella y cogerla de la mano, en un gesto tranquilizador. A esto hay que sumar que al comenzar la corrida, el torero dibujó una A en el albero, un detalle a su joven novia que se ha convertido ya en toda una tradición aunque también recibió una llamada de Paloma Cuevas para desearle suerte, como lleva haciendo la que todavía es su esposa los últimos veinticinco años.
Al finalizar la corrida y puesto que el diestro no tenía lesiones importantes, la pareja salió a cenar junto a unos amigos e incluso Ana compartió a través de las redes una imagen del torero junto a un corazón.
La relación entre el torero y la joven va viento en popa y no dudan en compartir imágenes de su felicidad a través de las redes sociales. De hecho, Ponce está plenamente integrado en el círculo de Ana Soria, hasta el punto de que ya participa en reuniones con sus amigos.