Sin copas gratis, ni Jorge Javier: La fiesta de despedida más desangelada de ‘Gran Hermano’

‘Gran Hermano’ llega a su fin y no se sabe por cuánto tiempo. La última edición del concurso ha tenido los peores datos de audiencia conseguidos por el formato en sus dieciocho años de historia, un bache que cuestiona su continuidad en la pequeña pantalla. En la gala final el espectador pudo ver a un Jorge Javier poco entregado a la emoción que requería el momento, un comportamiento que dejaba entrever las ganas del el presentador por finiquitar uno de sus golpes televisivos más duros. Detrás de cámara, tal y como ha podido saber LOOK, los presentes en plató pudieron comprobar cómo el catalán se mostraba algo desanimado, apurando los cortes publicitarios al máximo y con poco entusiasmo. Más allá de las impresiones que pudo causar, Jorge Javier hizo público en su blog de’Lecturas’ su pesar por los malos datos que habían cosechado esta edición, incluyéndose él como una de las causas del fracaso.

Una noche algo gris donde la sombra del fracaso opacaba de alguna forma la felicidad de los finalistas al reencontrarse con sus familias. Tal y como es tradición en el programa, una vez finalizado este, los concursantes se dispusieron a disfrutar de su última noche de ‘gloria’ en una conocida sala de fiestas de Madrid. Lo que allí encontraron fue muy diferente a lo que en otras ediciones vivieron los elegidos para protagonizar ‘la vida en directo’. Una discoteca donde los fans del concurso superaban en número con creces a los directivos y trabajadores del programa, ya que estos últimos brillaban por su ausencia. Ni rastro de Jorge Javier, Jordi González u otros grandes nombres de la cadena.  Parecía no haber motivos de celebración.

A la hora de disfrutar de la velada, los concursantes tuvieron algún que otro problema al intentar conseguir una consumición, tal y como cuenta a este digital un integrante del equipo de la productora Zeppelin: «Dos concursantes fueron a pedir una copa diciendo ‘¡somos concursantes de Gran Hermano!’, y les respondieron  ‘muy bien pero dadme el dinero o el ticket’. Así que ahora, al paro todos y sin copas gratis. Estamos muy decepcionados».

Atrás quedaron los gloriosos jueves de pasadas ediciones, donde después de cada gala se celebraba a bombo y platillo el éxito cosechado por la casa más famosa de España. Verdaderos eventos en la noche madrileña por los que desfilaban los rostros más conocidos de la cadena de Fuencarral.

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Sinsabores aparte, Telecinco ha dejado en el aire la supervivencia de ‘Gran Hermano’ en su parrilla. El programa que más alegrías ha dado a la cadena de Paolo Vasile durante 18 años tiene pinta de ser arrinconado en barbecho hasta nueva orden, una decisión que seguramente entristezca a los fieles seguidores del concurso.