ÚLTIMA HORA: Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario no llegan a un acuerdo
Los abogados de Arantxa Sánchez Vicario piden la anulación de capitulaciones y que el juicio por su divorcio se resuelva en Miami
Este 4 de marzo se presumía como un día clave para conocer si Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se divorciaban de una vez por todas. La extenista ha decidido no acudir al juicio celebrado en Esplugues de Llobregat, con el objetivo de acentuar su firme decisión de que el contencioso se resuelva en Miami. Por ello y en boca de su abogado, ha pedido la anulación de capitulaciones, lo contrario que la defensa del empresario, lo que imposibilita llegar a un acuerdo de divorcio entre ambas partes a la finalización de la vista.
Hay que destacar que Arantxa Sánchez Vicario y su todavía marido persiguen intereses contrapuestos. El catalán lucha a toda costa porque su separación se solventase en España, donde tienen validez los acuerdos que firmó antes y después de casarse en los que queda patente que él no se quedará con ningún bien de la madre de sus hijos. Así lo explicó él mismo hoy a su llegada al juicio: «Es para que se cumplan los acuerdos que firmamos por ambas partes, eran las voluntades que queríamos los dos y básicamente es esto». Todo lo contrario que Arantxa ya que en Estados Unidos no tienen valor las capitulaciones.
También se ha referido a algunas informaciones que apuntaban a que llevaba más de un año sin ver a sus dos hijos: «Tenemos un acuerdo firmado por la jueza desde verano, tenemos la custodia compartida. Yo estoy bien con mis hijos». Incluso, ha desvelado que la relación con su expareja es «cordial», así como que «nos vemos y hablamos todos los días. El sábado estuvimos celebrando el cumpleaños de la niña y estuvimos los cuatro juntos. Celebramos el cumpleaños de la niña cenando los cuatro», ha declarado Santacana.
La custodia de sus hijos
Por otro lado, LOOK pudo confirmar la semana pasada que la custodia por sus hijos será compartida, al menos de manera temporal. Así lo dictaminó la juez que instruye el caso en Miami. Esa es otra de las grandes luchas de Santacana y Sánchez Vicario y es que ha tenido que pasar un año desde que se presentase la demanda de divorcio hasta que se regularizase la situación. De hecho, fuentes cercanas al empresario confirman que «está feliz, poder estar con sus hijos es lo que más le importaba y por fin lo ha conseguido»