Las reuniones secretas entre Iceta y Domènech se interrumpieron cuando se propuso la reunión a tres

Pablo-Iglesias
Pablo Iglesias entre Xavier Domènech e Iñigo Errejón en una reciente rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. (Foto: AFP)

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el diputado en el Congreso por En Comú Podem, Xavier Domènech, han mantenido intensas reuniones con el fin de acercar posiciones de cara a un posible pacto entre las dos fuerzas políticas que acabe con la investidura de Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno.

Aunque hace tan sólo unos días Pablo Iglesias confirmaba estos encuentros con un «yo diría que están siendo algo más que frecuentes», lo cierto y verdad es que se han intentado mantener en un discretísimo segundo plano, llegando a calificarse como «reuniones secretas» entre los dos políticos. Según fuentes del PSC, estos encuentros se han estado produciendo en los últimos meses aunque dejaron de celebrarse en el momento en el que Podemos anunció su intención de negociar y se agendó una reunión a tres donde también estaría Ciudadanos. Ese mismo día los dos políticos catalanes paralizaron sus reuniones, sólo interrumpidas por algún SMS, según fuentes cercanas al secretario primero de los socialistas en Cataluña, dejando que las negociaciones se pusieran sobre la mesa en Madrid.

Aunque Ciudadanos aseguró en su día que conocía estos encuentros, lo cierto es que algunas voces de la formación decían lo contrario, pero todos coincidían en defender un punto del acuerdo firmado con el PSOE: que no se realizarán referendos independentistas en España. Desde el Partido Popular advertían a Rivera de esta maniobra «secreta» de Sánchez y señalaban a la posibilidad de una negociación sobre una consulta que satisficiera los deseos de la confluencia catalana de Podemos que siempre ha defendido la celebración del mismo como una de las condiciones ‘sine qua non’ para alcanzar un pacto.

El talante negociador de Iceta del que muchos aseguran que «ha nacido para pactar», le ha convertido en una especie de «delegación de los socialistas sobre el asunto territorial de Cataluña». Según fuentes del partido, las conversaciones han ido bien aunque subrayan que lo más complicado es «el planteamiento de En Comú Podem de acuerdo o ruptura», ante lo que han tenido que retomar las conversaciones en distintas ocasiones con el fin de mantener el diálogo y la negociación abiertos.

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