España se dispara como primer país en muertes por millón de habitantes tras las cifras ocultas de Cataluña

España ha disparado su distancia como primer país del mundo en muertes por millón de habitantes tras aflorar Cataluña sus cifras ocultas. La Generalitat ha reconocido que el criterio de contabilización de víctimas mortales del coronavirus seguido por las funerarias prácticamente duplican las cifras oficiales del Gobierno en su región. Y, en consecuencia, ha dado las cifras sin recortar. El resultado de esa suma -sólo con las afloradas en Cataluña y sin aplicar ese mismo mecanismo al resto de comunidades autónomas- supone que España se distancia de una forma radical de todo el resto de países. La aplicación de ese modelo a todo el territorio nacional, por lo tanto, podría dar unas cifras totalmente desbocadas, más allá de cualquier cálculo reconocido por el Gobierno.

España es el primer país del mundo en muertos por millón de habitantes. Y de una forma totalmente indiscutible. Es más, la nación gobernada por Pedro Sánchez ha afianzado esta lamentable posición distanciándose de sus inmediatos seguidores: Bélgica e Italia.

El peor de los récords imaginables lo logró España hace diez días: el de encabezar el ranking de víctimas mortales en proporción a la población de cada nación. España adelantaba hace 10 días a Italia con 266 muertes por millón frente a las 263 víctimas mortales italianas.

Ahora esa distancia no sólo no se ha corregido, sino que se ha disparado por completo. Con los nuevos datos de Cataluña y sin ellos.

España se sitúa en estos momentos con un tétrico dato de 460 fallecimientos por millón de habitantes (sin la actualización catalana, queda en 411 víctimas mortales), muy por encima de los siguientes países. Le sigue Bélgica con 386 muertes.

Detrás, en número de fallecimientos, les siguen a ambos países Italia, con 358; Francia, con 257; Reino Unido, con 194 y Estados Unidos, con 95 muertes por millón de habitantes.

Pese al triunfalismo

Pedro Sánchez, pese a ello, sigue asegurando que ha adoptado las medidas más duras de todos los países y que nadie ha implantado sistemas de control que no haya regulado él en España. Es más, todo el Pleno del Congreso de los Diputados del pasado jueves fue empleado por el presidente del Gobierno para afirmar, en contra de la realidad, que España fue el primer país en confinar a la población, el primero en impedir eventos, el primero en cerrar colegios y universidades, y que siempre siguió de forma inmediata las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero si eso fuera cierto, querría decir que sobre España ha caído una maldición. Porque lo cierto es que, con una sanidad pública y privada mucho mejor que la media de la que disfrutan los países más avanzados del mundo, somos, cada vez con más distancia, el país con más muertes por coronavirus por millón de habitantes de todo el planeta.

La medición es la única que puede evaluar la magnitud del desastre puesto que, obviamente, países con más población, tienen muchas más probabilidades de elevar sus cifras nominales de contagios y de muertes por la enfermedad.

Y la realidad es lamentable. España, que en el momento de escribir esta noticia sumaba 21.458 víctimas mortales (19.130 si no es incluye la actualización catalana), muestra ese dato de 460 fallecimientos por millón de habitantes provocadas por la enfermedad.

Mientras, países como Portugal o Alemania no llegan a las 60 muertes por millón.

La media mundial vuelve a revelar la locura de los datos españoles. La media de muertes por millón de habitantes de todo el planeta es de 18 fallecimientos. Es decir, que para alcanzar una cifra como la española hace falta multiplicar el dato mundial por casi 26 veces.