Enfado en Zarzuela con Pedro Sánchez por irse de la recepción del 12 de octubre antes que el Rey

La huida de Pedro Sánchez antes de hora del Palacio Real, durante la recepción del 12 de octubre, ha generado un enorme enfado en el Palacio de la Zarzuela. Pues la norma no escrita dice que nadie se debe marchar antes de que lo haga el Jefe del Estado, que ejerce de anfitrión. El presidente del Gobierno en funciones, sin embargo, se fue justo cuando finalizaba el saludo de los Reyes a los más de 2.000 invitados.

Tras permanecer unos minutos en la sala privada a la que, por primera vez, no se dejaron acceder a los periodistas, mientras Sánchez estaba en su interior, el jefe del Ejecutivo en funciones conversó apenas dos minutos con algunos periodistas en otro espacio y se marchó en su coche oficial al Palacio de La Moncloa, ante la atónita sorpresa de los invitados y el enfado de la Casa del Rey.

Además de Sánchez también la presidenta del Congreso, Francina Armengol, así como la mayoría de sus ministros, abandonaron el Palacio Real antes que el Jefe del Estado. Sólo se quedaron conversando con los periodistas los dos ministros negociadores, Félix Bolaños y María Jesús Montero, así como Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y Alberto Garzón. Algo que no había ocurrido nunca hasta ahora y que tiene mucho que ver con las negociaciones por la amnistía que está llevando a cabo el líder del PSOE para lograr su investidura.

Este nuevo desplante se suma al que protagonizó la semana pasada en La Alhambra de Granada, durante la recepción a los líderes europeos, al caminar por delante del monarca. Algo que ya había hecho hace menos de un año en la estación madrileña de Chamartín – Clara Campoamor, durante la inauguración de la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Murcia.

En la cumbre de Granada, además, Sánchez organizó un saludo previo al que ofrecieron los Reyes. Junto a su mujer, Begoña Gómez, Sánchez saludó uno por uno a los jefes de Estado y de Gobierno a su llegada a La Alhambra. Minutos después, se reproducía exactamente el mismo protocolo para dar inicio a la cena. Pero ya, como marca el protocolo, con los Reyes, Felipe y Letizia, dando la bienvenida a los líderes de las 51 delegaciones presentes. Como con el episodio de caminar por delante, también ocurrió durante la cumbre de la OTAN en Madrid con la organización de dos cenas -la habitual que convoca el jefe del Estado y una que se inventó él a su mayor gloria en el Museo del Prado de la capital-.

Años atrás, en su primer 12 de octubre tras ganar la moción de censura contra Mariano Rajoy, en 2018, Sánchez y su mujer Begoña Gómez protagonizaron la imagen más bochornosa de la festividad: tras su turno en el besamanos ofrecido por los Reyes en el Palacio Real, ambos se quedaron junto a los monarcas, llegando incluso a saludar a los siguientes invitados, entre ellos, la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor. El servicio de protocolo de la Casa del Rey tuvo que intervenir para apartarles.