Suárez destroza al corrupto Trías ante la burguesía catalana: “Tus amigos están en prisión por delincuentes”

Adolfo Suárez Illana dio la lección de su vida el pasado sábado al corrupto Xavier Trias, el convergente cazado con dinero en Suiza con el que coincidió en la tradicional comida organizada por Luis Conde en su masía. Allí, Suárez, hijo de uno de los grandísimos símbolos de la Transición Española y presidente de la Fundación Concordia y Libertad, sentenció: «Tus amigos están en prisión por delincuentes»

Trias realizó un alegato en defensa de los golpistas presos ante lo más granado de la burguesía catalana, esperando que Suárez Illana se achantara por jugar en campo contrario. Suárez Illana no se achantó y contestó con dureza al ex alcalde de Barcelona, en un ambiente marcado por la fractura social, propiciada por los separatistas y cuya posición de fuerza se ha visto reforzada por la necesidad de Sánchez de los votos independentistas para mantenerse en Moncloa.

«Tus amigos están en la cárcel por desafiar la unidad de España, por atacar a la Constitución y por romper la convivencia»

Suárez desmontó al corrupto ex alcalde de Barcelona recordándole ante todos los comensales que “nadie está preso por sus opiniones políticas”. “Tus amigos están presos por un delito gravísimo de rebelión, por otro de sedición, por malversación y por prevaricación. Por desafiar la unidad de España, por atacar a la Constitución y por romper la convivencia”.

Allí se sentó Suárez Illana. Había sido invitado Pablo Casado, pero su agenda impidió la presencia del presidente de los Populares. Y Suárez confirmó su presencia, por cierto, ante el agrado de la inmensa mayoría de los presentes.

Luis Conde presidía la mesa principal. A un lado Suárez. Al otro, Xavier Trias. Y Trias, eso sí, luciendo un lazo amarillo. Muy pequeño, como si ni él mismo se lo creyera del todo, pero perfectamente diseñado para dejar claro que respalda el pensamiento impuesto por las formaciones separatistas. Las mismas que no emitieron ni media crítica cuando se publicaron sus cuentas en Suiza.

A Trias se le atragantó el civet

La comida con el ya clásico civet –un guiso de caza típico catalán– como protagonista en la masía de Fonteta (El Ampurdán) propiedad de Conde se preparaba, de este modo, para lo inevitable. La mesa era compartida por el matrimonio Bonet –que ya han hecho demostraciones evidentes de no respaldar el golpismo y la locura de los separatistas–, Ángel Ron y una persona, Isabel Estapé, que pronto cobró protagonismo.

Fue ella, de hecho, quien decidió preguntar a Suárez por el lazo amarillo: “¿Qué te parece el lazo amarillo?, trasladó al hijo del gran artífice de la Transición. Suárez, viendo el mini lazo de Trias, respondió contra pregunta. Pero a Trias: “Veo que llevas un lazo amarillo. Cuéntame qué significa, por qué lo llevas”.

Trias respondió que “lo llevo porque un amigo mío está hoy en prisión sin juicio. Por hacer lo que se votó democráticamente y por estar dos meses en un cargo en el que obedeció”, “porque se oprime al pueblo catalán que ha mostrado su deseo democrático”. Las palabras sobre su amigo hacían referencia al ex consejero de Interior Joaquim Forn.

Suárez descolocó a Trias: “Es verdad que nadie debe estar en prisión por obedecer mandatos legales y sin juicio”. Trias, eufórico, afirmó, “no sabes cómo agradezco tus palabras”.

Pero en ese momento llegó, ante todo el resto de comensales, la lección que nunca olvidará el corrupto ex alcalde. Porque Suárez sentenció: “Pero tu amigo no está en prisión por obedecer mandatos legales y sin juicio. Tus amigos están presos por un delito gravísimo de rebelión, por otro de sedición, por malversación y por prevaricación. Por desafiar la unidad de España, por atacar a la Constitución y por romper la convivencia”. Y continuó: “Nadie en España está preso por sus opiniones políticas. España es un estado de derecho que ha sido desafiado por tus amigos. Cometiendo malversación y desafiando el mandato constitucional dado con el mayor respaldo democrático”. “Tus amigos están en prisión preventiva, con todas las garantías judiciales y sin ninguna quiebra de sus derechos”.

Trias se revolvió ante la evidencia del varapalo recibido: “Tu padre no opinaría eso. Tu padre habló con Tarradellas y entendió el diálogo”. Y volvió a recibir la segunda lección de la noche: “Mi padre nunca permitió la violación de la ley. Porque la ley se cumple en un estado de derecho. Eso es lo que mi padre mantuvo ante Tarradellas”.

Así de animado transcurrió el séptimo año del afamado civet de Luis Conde. una comida que, muy probablemente, recordarán los invitados, especialmente Trias.