Torra se sube el sueldo un 5% y ya dobla el del Presidente del Gobierno

El proyecto de presupuestos del Govern de Cataluña prevé una subida salarial del 5% para Quim Torra, tal y como han confirmado a OKDIARIO fuentes del PP de Cataluña, que confirman que el sueldo anual del Presidente de la Generalitat supera los 152.000 euros al año.

La subida salarial de Quim Torra del 5%, supone 7.000 más que un año antes, lo que provoca que su salario sea prácticamente el doble que el del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que supera, por poco, los 80.000 euros anuales. Además, el sueldo de Quim Torra supone prácticamente un 8% que la nómina que tenía como Presidente de la Generalitat de Cataluña el fugado Carles Puigdemont.

Además de Quim Torra, el secretario general de Presidencia, Joaquim Nin, pasará a cobrar 115.000 euros, lo mismo que los ‘consellers’. El resto de altos cargos, secretarios generales o directores generales, estarán próximos a los 90.000 euros anuales.

El Gobierno del Ejecutivo catalán dispone de 413 altos cargos y directivos en la administración autonómica. Presidencia es el departamento con un mayor número de cargos de alta responsabilidad, con 70, seguido por el de Salud (51), Territorio (45) y la Vicepresidencia de Economía y Hacienda (37), según Convivencia Cívica Catalana (CCC).

“El análisis efectuado ha permitido establecer una serie de rasgos definitorios de los altos cargos y directivos del gobierno autonómico catalán. En primer lugar, se constata una notable desigualdad por género: casi dos de cada tres (63%) cargos de elevada responsabilidad del gobierno de Quim Torra son ocupados por hombres y sólo el 37% restante por mujeres, lo cual dista notablemente de las recomendaciones de equilibrio de la Ley 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el ámbito político”, explican desde CCC.

Sólo uno de cada siete altos cargos seleccionados por Torra es castellanoparlante, es decir, que sólo un 14% de ellos tiene de lengua propia la mayoritaria en la sociedad, según CCC. Una divergencia lingüística de esta magnitud entre representantes y representados, entre gobierno y sociedad, que resulta llamativa en una democracia.