La reacción del vicesecretario de Adicae ante las críticas por sus abusos laborales: «Agáchate, nena, y chupa»

El vicesecretario general de Adicae, Antonio Pulido, ha reaccionado con un «Agáchate, nena, y chupa» en Twitter ante las acusaciones de recibir subvenciones y las críticas por sus abusos laborales, de los que OKDIARIO ya se ha hecho eco.

Todo comienza con un tuit del secretario general de Adicae, Fernando Herrero, en el que adjunta una información que replica a su presidente, Manuel Pardos: «Los bancos  devuelven el dinero a menos de la mitad de los afectados que lo reclaman».

Cláusulas suelo: los bancos devuelven el dinero a menos de la mitad de los afectados que lo reclaman, según @ManuelPardos de @Adicae https://t.co/D7J4DVmP8W vía @_infoLibre

— Fernando Herrero (@Fer_Herrero) June 5, 2018

El usuario @Libertusya adjunta al tuit otra información que recuerda los millones de euros que Adicae se ha llevado en subvenciones, a lo que Fernando Herrero le responde, no sin faltas de ortografía -que obviaremos-: «Que sí, majo, que sí… Y se justifica no solo el gasto de la subvención conforme al objeto determinado por el BOE, sino otro 20/30% añadido de recursos propios de la asociación para la actividad. ¿Ves qué gran negocio? Lee la orden de bases y las convocatorias y luego difamas…».

Que si majo, que si…. Y se justifica no solo el gasto de la subvención conforme al objeto determinado por el Boe, sino otro 20/30% añadido de recursos propios de la asociacion para la actividad. Ves que gran negocio? Lee la orden de bases y las convocatorias y luego difamas..

— Fernando Herrero (@Fer_Herrero) November 17, 2018

@Libertusya sigue el hilo de tuits, adjuntando uno que hace referencia a los problemas de abusos laborales que constantemente se ciernen sobre Adicae. Y es aquí cuando el vicesecretario general, Antonio Pulido, reacciona con un ‘gif’ de una mujer quitándose las gafas de sol, que acompaña con un «agáchate, nena, y chupa». Lógicamente, las críticas no han cesado desde entonces.

Ante las acusaciones de machismo, Antonio Pulido vuelve a la carga con un: «Es mariconismo, nena».

Es mariconismo, nena.

— Anto Pulido (@pulidoantonio) November 18, 2018

Pero las críticas llueven, como no podía ser de otra manera, al vicesecretario general de Adicae que, con esta salida de tono, se enfrenta a su enésimo problema. Una de las reacciones más vistas tras el polémico tuit: «Una afiliada menos».

El machismo es siempre repugnante. #MeToo

— Àngels Orduna Cao (@angelsorduna) November 18, 2018

De vergüenza este comentario. Ya tenéis una socia menos.

— ac 🤗🦂🍂🏺🌛 (@angie0711) November 18, 2018

Vicesecretario general de Adicae 🔽 Reacción a una crítica por la veintena de condenas a su asociacion por abusos laborales. https://t.co/gGmWxfBSpW

— Bea Talegón 🎗 (@BeatrizTalegon) November 18, 2018

Múltiples demandas

Despidos improcedentes, conciliación laboral o la precarización de sus condiciones laborales han llevado a la institución a sumar tantas demandas, que ha ido perdiendo por despidos improcedentes, sobre todo, en diversos puntos de España. Y la cosa no queda ahí. Rescisiones de contrato injustificadas, sanciones injustas o modificaciones de las condiciones laborales, son algunas de las infracciones que Adicae ha cometido.

La plataforma, que se ha popularizado tras su victoria en la macrodemanda contra las cláusulas suelo, no ha visto en estas demandas motivo alguno por el cual no deberían publicar, con el dinero de todos, un cómic titulado “Para una educación financiera crítica”, que tiene como objetivo “que los jóvenes se interesen por los temas de consumo y finanzas” y que “asuman una perspectiva crítica, responsable y solidaria”.

Los Tribunales declararon probadas, además, las amenazas e insultos que el presidente de la Asociación de usuarios de Bancos, cajas y seguros lanzó contra, por lo menos, uno de sus empleados. J.P., el trabajador afectado y denunciante, trabajaba en la Asociación desde julio de 2008 como jefe de oficina con un sueldo que, según ha podido saber OKDIARIO, no alcanzaba los 1.500 euros. El conflicto saltó cuando el susodicho pidió a la empresa por burofax cambiar su jornada partida (prestaba servicios de 9 a 14 y de 16 a 19 horas) por una jornada continuada de mañana para “cuidar de sus hijos”.