La empresa española La Antigua Churrería negocia su entrada en China y México

Las conversaciones, que ya están en marcha, apuntan a franquiciar el modelo de la churrería centenaria en aeropuertos y estaciones de tren de todo el país asiático, empezando por la ciudad de Shanghái. También inversores mejicanos se han interesado en el proyecto, que ofrece para los nuevos franquiciados una media de beneficio anual que alcanza un 15% neto, según la propia empresa.

Tal y como ha explicado Quiroga en una entrevista a OKDIARIO, «en China habrá que hacer distintos tipos de formas de los churros», dado que la cultura asiática es bien distinta a la europea, y qué decir si la comparamos con la española.

«Trabajamos la calidad, seguimos la tradición, aunque innovamos con nuevos productos», señala Quiroga cuando es cuestionado sobre la clave del éxito de la compañía. «Tenemos previsto hacer siete aperturas más en España, lo haremos vía tiendas propias y también vía franquicias», continúa el CEO de La Antigua Churrería.

Este año se producirá la apertura de ocho nuevos locales de La Antigua Churrería en España con un plan de inversión de 750.000 euros en los próximos meses de capital 100% español. «Conservar la tradición del negocio durante más de un siglo ha sido lo que ha interesado más a los inversores chinos», explica Julio Quiroga.

El bisabuelo del actual propietario Julio Quiroga fue quien abrió en 1913 la primera churrería en Madrid, tradición seguida hasta el día de hoy por la familia. Han sabido conservar tradición con innovación. A los inversores mejicanos le interesó especialmente el envío a domicilio de churros, porras y las 10 variedades de chocolate, que significa hoy en día un 30% de la facturación anual de La Antigua Churrería. Son muchos los despachos de trabajo, fiestas infantiles, o bodas que hacen uso de este sistema de churros on line, que se ha puesto de moda en la capital de España.