El primer Clásico de la temporada, o pretemporada, llamémoslo como queramos, enfrentará a Barcelona y Real Madrid en Dallas (sábado, 23:00 hora peninsular). El impresionante AT&T Stadium se llenará con 80.000 espectadores para ver frente a frente los dos transatlánticos del fútbol español. Por tercera vez, ambos conjuntos se medirán en un encuentro amistoso en tierras americanas. En 2017, los azulgranas vencieron 3-2 en Miami, mientras que el verano pasado ganaron 1-0 en Las Vegas con un golazo de Raphina.
Este Clásico dará el pistoletazo de salida a una rivalidad que veremos esta temporada en la Liga, en la Copa y, es probable, que en la Supercopa de España. Quién sabe si también en Europa. El pasado curso, los azulgranas ganaron la Liga, mientras que el Real Madrid les dejó fuera de la Copa del Rey endosándoles un 0-4 en el Camp Nou. Esta ha sido la última vez que ambos equipos se han visto las caras.
Este duelo llega para el Real Madrid en un momento de duro trabajo, como son todas las pretemporadas y, más si cabe, con Pintus como jefe del trabajo físico, pero con muy buenas sensaciones tras haber ganado a Milan y Manchester United en los dos anteriores compromisos veraniegos. Dos duelos donde Ancelotti pudo probar un nevo dibujo, ese 4-4-2 en el que Belligham es la punta del rombo, y donde se ha demostrado que los fichajes se están adaptando a la perfección.
El inglés está siendo, sin lugar a duda, la gran sensación de la pretemporada. Si ante el Milan jugó bien, frente al Manchester United subió su nivel y se estrenó como goleador madridista. Está brillando y las expectativas que está generando son muy altas. Además, Joselu, golazo de chilena incluido, Brahim y Fran García, las otras incorporaciones, también están luciendo. Sólo falta ver a Güler, que con unas molestias en la pierna derecha se ha perdido los dos primeros amistosos y es probable que no esté en el Clásico.
Los veteranos también están muy bien. En el centro del campo, Valverde -duda por una sobrecarga- hizo dos goles al Milan, Kroos y Modric siguen en su línea, Camavinga mejora día a día y Tchouaméni parece que empieza a despuntar. Arriba, Rodrygo y Vinicius también fluyen, mientras que atrás todo va según lo esperado. Y esperando, Ancelotti espera poder contar con Courtois en la portería, después de que el belga haya superado unas molestias que no le permitieron jugar ante el United.
Un Barça menos rodado
Los catalanes no viven todavía con esa ilusión que reina en Madrid, en una pretemporada marcada hasta ahora por el virus de gastroenteritis que provocó la suspensión del primer duelo de su gira estadounidense ante la Juventus. Este contratiempo aplazó el ‘debut’ de Ilkay Gündogan y Oriol Romeu, ya que el estreno de Iñigo Martínez tendrá que esperar por una lesión en el pie.
Así, su puesta de largo en pretemporada llegó en el segundo compromiso programado, ante el Arsenal inglés en el SoFi Stadium de Inglewood. Y no pudieron debutar con sonrisa, ya que unos más rodados gunners les endosaron una manita (3-5), en un duelo loco lleno de idas y venidas.
Los azulgranas desaprovecharon dos ventajas en el marcador, pagando la falta de ritmo y de entrenamientos, también provocado por esa gastroenteritis vírica. «Es un buen test pese al resultado», señaló Xavi Hernández después de un duelo con una intensidad por encima de lo esperado, según el de Terrassa.
