Una victoria de equipo

Ancelotti sí tiene defensa

La victoria que el Real Madrid logró en Mánchester contra el City pone en valor el compromiso de la plantilla

Ancelotti se mostró muy orgulloso de sus futbolistas

Una victoria que se merecía Ancelotti

El domingo, a eso de las 14:00 hora peninsular española, en Valdebebas no entendían absolutamente nada. Lucas Vázquez, titular en el derbi y que había hecho una sesión de recuperación, llegaba a su domicilio, donde tenía que descansar antes de poner rumbo a Mánchester el lunes, y sentía molestias en la pierna. Una dolencia que, después de someterse a pruebas médicas, confirmaron que estaba lesionado. El quinto jugador que pasaba a la enfermería y un defensa menos.

Lucas no apuntaba a titular ante el Manchester City. La idea de Ancelotti era apostar por Valverde en el costado diestro, pero el drama recaía en la falta de efectivos en la zona de atrás. El Real Madrid viajaba al Etihad en cuadro y Ancelotti tenía que reinventar una defensa que jamás había coincidido no sólo en un terreno de juego, sino, a tenor de las palabras del italiano, tampoco en un entrenamiento. De hecho, en la sesión previa al duelo, ya en territorio inglés, tampoco probó con esta zaga.

«Los cuatro de atrás nunca habían jugado juntos y ni siquiera habían entrenado juntos. Han jugado un partido espectacular. El muy criticado Tchouameni ha estado espectacular, Asencio sigue sorprendiendo por la madurez que tiene y Valverde y Mendy han estado muy bien. Hemos sido capaces de sacar algo bueno de la emergencia», aseguraba Ancelotti minutos después de asaltar por primera en la historia del Real Madrid el Etihad Stadium.

Ancelotti no tenía en sus planes jugar con dos centrocampistas en la defensa. Lo aseguró tras ganar en Leganés en las semifinales de la Copa del Rey, donde aseguró que nunca coincidirían en defensa Tchouaméni y Valverde. Pero no quedaba otra, o sí. Por la cabeza del italiano pasó la idea de cambiar a Mendy de banda y poner a Fran García de lateral izquierdo, pero finalmente se decantó por la lógica.

Valverde fue el lateral derecho, Mendy el lateral izquierdo y la pareja de centrales estuvo formada por Tchouaméni y Asencio. ¿El resultado? Una zaga de circunstancias, que es posible que no vuelva a jugar junta salvo emergencia de este tamaño, pero que rindió a las mil maravillas para frenar a un Manchester City que está lejos de su mejor nivel, pero que arriba tiene mucha dinamita.

La consagración de Asencio

Hay partidos que marcan el futuro de los jugadores y el de Raúl Asencio en el Etihad es uno de ellos. Más allá de sus números, que son simplemente espectaculares, con datos como los cuatro duelos de cuatro que ganó en el suelo, lo más relevante fue su jerarquía. Su peso dentro del equipo. Su mando. Este canterano, que no era ni la primera ni la segunda opción para reforzar la primera plantilla en verano, ha demostrado que debe ser jugador del primer equipo sin discusión. Un intocable, posiblemente. Ha entendido a la perfección lo que significa jugar en el Real Madrid, con duelos como los protagonizados con Haaland.

El crecimiento de Tchouaméni

Ha estado mal en varios encuentros, hay que decirlo, pero también hay que poner en valor los tres últimos partidos de Tchouaméni. El francés brilló en Leganés jugando en el centro del campo de pivote, donde dio oxígeno a la defensa, estuvo serio en el derbi como central a pesar del penalti cometido y volvió a hacer un encuentro notable frente al Manchester City.

Valverde para todo

Valverde no tiene precio. Es imposible que alguien pueda ponerle una cantidad a un futbolista que puede jugar en casi todas las posiciones siendo diferencial. En Mánchester lo tuvo que hacer de lateral derecho y jugó un grandísimo encuentro, como siempre.

Cuando Mendy da miedo

Muchas veces criticado, muchas veces con razón, pero hay veces que simplemente da pánico. Sucedió contra el Manchester City, donde terminó desesperando a unos rivales que decidieron que no iban a atacar más por la banda izquierda del Real Madrid.

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