Ni ganar la Copa puede salvar a Valverde

Un doblete no es suficiente para la directiva del Barcelona. La expectativa de hacer un triplete hace escasas fechas tiene la culpa de ello. Los culés habían vislumbrado emular el conseguido por Luis Enrique en 2015, pero por segundo año consecutivo un partido nefasto les privó de llegar a la final de la Champions.

En la directiva culpan por igual a jugadores y cuerpo técnico, aunque liberan a Leo Messi de cualquier responsabilidad. No en vano, el argentino se perfila como juez y árbitro en la continuidad del txingurri. Si Leo quiere, Valverde seguirá a regañadientes para algunos sectores de la directiva, si el delantero inclina su pulgar hacia abajo se abrirá un proceso que puede acabar con el técnico, aunque termine la temporada con un doblete de Liga y Copa.

La decepción en la directiva es mayúscula a tenor de la inversión realizada y existen voces muy críticas con el juego elaborado por el equipo. Del buen gusto de la época de Xavi-Iniesta al fútbol industrial que elaboran Rakitic-Vidal. Entre los directivos existe hasta la crítica de que Valverde ni se haya disculpado por realizar un giro tan radical en el planteamiento del juego.

El técnico, sin embargo, mantiene la confianza del núcleo duro del vestuario. Messi, Suárez, Busquets y Piqué se encuentran cómodos con las órdenes que le da Valverde y la exigencia que les plantea, algo que le ha llevado a ganar dos Ligas consecutivas.

La directiva escuchará la opinión de los pesos pesados, pero hay voces que piden un ambicioso cambio que devuelva el estilo de toque al Barça. Nombres como el de Xavi Hernández, Ten Hag, Thierry Henry o incluso hipotético regreso de Pep Guardiola han sonado para hacerse cargo de un equipo que tiene el notable en su temporada, pero que desea un sobresaliente que con Valverde no llega. Todo dependerá de Messi, pero si fuese por la directiva ni ganando la Copa el actual técnico seguiría al frente.