La lección del ‘abuelo’ Pepe a los 38 años

Los 38 años que aparecen en su DNI no apartan a Kepler Laveran Lima Ferreira del selecto grupo de mejores centrales del planeta. Pepe nunca se fue de la élite, pese a su final en el Real Madrid y doble periplo en equipos de segundo escalón. Una breve parada en el Besiktas derivó en el regreso al Oporto, el club en el que explotó en Europa y que le ha brindado una merecidísima segunda juventud, confirmada ante el gran público tras su extraordinaria puesta en escena ante la Juventus, donde completó un partido prácticamente perfecto para dar la campanada de lo que va de Champions.

Pepe, con permiso de Sergio Oliveira, fue la gran estrella del Oporto en uno de los partidos más destacados de su historia reciente. El conjunto portugués recibió tres goles, uno en la prórroga, y fueron pocos en comparación con los que podían haber sido de no estar Pepe, que realizó un ejercicio de supervivencia a la altura de muy, muy pocos defensores en el planeta.

La obligación de encerrarse llegó a un Oporto que se había adelantado en el marcador, y visto como Chiesa empataba tras el descanso. La expulsión, innecesaria, de Taremi, hizo que Pepe capitaneara la resistencia, en una batalla que iba a liderar desde el ejemplo, como demuestran las estadísticas. Kepler bloqueó dos disparos, ganó sus duelos aéreos con un 100% de efectividad, interceptó dos balones, a los que suma ocho recuperaciones y la estadística más llamativa. Pepe, en 120 minutos, realizó hasta 18 despejes, evitando un auténtico bombardeo de la Juve por sí mismo.

Catalogado de forma errónea como un jugador sucio en sus acciones, Pepe sigue siendo capaz de combinar dominio y agresividad en sus acciones con una limpieza ejemplar en la estadística. No en vano, ante la Juventus, el central recibió más faltas –dos– de las que cometió, con sólo una infracción registrada. Pepe fue el escudo del Oporto hasta el último minuto de la prórroga, en el que apareció por enésima ocasión para despejar de chilena el último intento de remontada rival, para completar una paleta repleta de ejercicios defensivos de absoluta élite.

«Si fuera entrenador, cogería los ‘clips’ de Pepe en este partido y se los pondría a mis centrales para que vieran su posicionamiento, su voluntad, su atención, su capacidad para entender donde está el peligro, su uso del cuerpo… Hoy en día los jóvenes son buenos sacando el balón jugado, pero en lo que respecta a defender el área… Fue una exhibición casi perfecta», aseguró Río Ferdinand tras disfrutar el partido de Pepe en el Juventus Stadium.