Golpe de líder

El Atlético de Madrid se impuso a la Real Sociedad por 2-0 en un choque en el que los rojiblancos fueron superiores al equipo que dirige Garitano. Los goles de Diego Godín y Filipe Luis permiten a los del Cholo Simeone dormir como líderes a la espera de lo que suceda en el Clásico.

Partido a partido y atrás quedaba el batacazo en Dortmund. El Cholo hacía bastantes cambios respecto al choque frente al Borussia. Con Oblak no hay dudas, es inamovible. En la derecha entraba Arias, mientras que Lucas estaba en el carril opuesto. Savic y Godín formaban la pareja de centrales con Rodri por delante de ellos. Saúl, Koke y Correa completaban el centro del campo, mientras que la delantera era para la dupla Costa-Griezmann.

Volvía a la que fue su casa Miguel Ángel Moyá…y también Theo. El portero balear fue titular en la Real Sociedad mostrando más seguridad en un minuto que Rulli en todas las temporadas que lleva en la entidad txuri-urdin. Por otro lado, el lateral zurdo se quedó en el banquillo todo el partido el día de su regreso después de cumplir sus cuatro partidos de sanción después de que frente al Huesca se trasladase imaginariamente de un terreno de juego de fútbol a un ring de boxeo.

Salió bien plantado el Atlético, con la intención de buscar el gol que le diese la victoria para dormir líder de la Liga Santander con Rodri como el timón del equipo, aunque siempre presionado por algún jugador de la Real Sociedad. Aún así, ¡qué bien lo hace este chico siempre!, que dirían en Aquí no hay quien viva si el canterano rojiblanco hubiera aparecido en la mítica serie.

Gol en el último suspiro

Esa intención se tradujo en ocasiones. Primero un córner que no logró a conectar Saúl casi se cuela en la portería de Miguel Ángel Moyá, que instantes después sudó la gota gorda al ver como Griezmann se preparaba un remate acrobático pero que pudo suspirar cuando la tijereta del futbolista nacido en Macon se perdió por encima de su travesaño. Hablando de palos, la que tuvo Rubén Pardo. El canterano de la Real Sociedad sacó un zapatazo que rozó la escuadra de la portería defendida de un Oblak que no pudo hacer más que la estatua.

A raíz de esa ocasión la Real se vino arriba y contrarrestó el dominio del Atlético de Madrid. Los espectadores ya pensaban qué pedir en los puestos de comida en el descanso, pero antes tuvieron que levantarse de sus asientos para celebrar el tanto de Godín. Se llegaba al 45′ cuando Correa se revolvió dentro del área y puso un balón raso que desvió Raúl Navas con mala fortuna. El cuero a los pies del uruguayo, que batió a Moyá y desató la locura en el Metropolitano mientras que el capitán se besaba el escudo para celebrar su primer gol de la temporada.

Filipe se viste de Pichichi

En la reanudación, el Atlético volvió a la carga. En todos los sentidos. Los atacantes buscaban el segundo para hacer olvidar ese mito del unocerismo. En la defensa fue Savic el protagonista con una entrada más propia de muay thai sobre Sangalli en la que casi decapita al futbolista donostiarra. Amarilla para el montenegrino en una acción en la que si ve la tarjeta roja no hubiera pasado absolutamente nada.

Por lo demás, todo continuó igual, el Atlético dominaba, incidiendo por la banda derecha con un Arias que aparecía siempre. Pero cosas de la vida, el segundo gol, de Filipe Luis, llegó por la banda izquierda con el carioca chutando con su pierna derecha. El balón fue directo a la escuadra después un quiebro delante de Gorosabel y un Moyá que intentó volar pero que fue incapaz de evitar el segundo gol del brasileño en una semana.

El Atlético estaba 2-0 en el marcador y buscaba el tercero. Como una especie de redención tras la debacle en Dortmund. Ese gol no llegó pero la victoria era más que suficiente para que la parroquia colchonera celebrase el colocarse provisionalmente como líderes de la Liga Santander y para que le agradecieran a Moyá los servicios prestados antaño y un eskerrik asko a Theo por venir.