Fernando Alonso tiene una vida extra y Carlos Sainz quiere revivir en la fiesta española de Montmeló

Fernando Alonso y Carlos Sainz serán el alma de la fiesta a la española que se vivirá este domingo con la carrera del Gran Premio de España de Fórmula 1. Los dos pilotos de nuestro país recibirán vitamina por parte de los más de 100.000 aficionados que les darán todo su apoyo en el circuito de Montmeló y cogerán impulso para el resto del Mundial. Pero antes, quieren dejar un buen resultado con el que hacer del mediodía de este 1 de junio de 2025 un recuerdo imborrable.

La pasión por ambos ha estado ahí desde el viernes con los primeros entrenamientos, pero las gargantas rugirán más fuerte que nunca con la prueba más ansiada de cada cita. A partir de las 15:00 horas España entera mirará a dos monoplazas, uno verde y otro azul, con dos ídolos dentro que un año más han vuelto a ilusionar a los apasionados del motor en nuestro país.

La ilusión, concretamente, tiene un nombre propio, el de Fernando Alonso. El piloto asturiano fue recibido como un héroe el pasado miércoles en el centro de Barcelona, donde le rogaron que continuase de por vida en la F1, aclamado el jueves en su breve atención a los aficionados en el pit lane y por supuesto el viernes en el escenario del circuito junto a Pedro de la Rosa, quien le prometió que Aston Martin le acabará dando un coche para luchar por la 33.

La victoria no será su objetivo este domingo, pero sí resistir y remontar con un Aston Martin muy mejorado desde Imola que ya está en disposición de luchar en la zona media. Sacarle de nuevo el máximo partido le acercará a la posición que debería haber conseguido en la clasificación con esa vuelta mágica en la Q3. El intento fue inmejorable, pero a destiempo. Su escudería pecó de conservador al gastar dos juegos de neumáticos blandos en la Q1 y escogió mal al sacarle en solitario para su única oportunidad del último asalto.

Vuelta mágica con celebración

Su vuelta, como decimos, era inmejorable y ese «¡woo!» que se escuchaba por su radio hacía soñar a los cientos de miles de aficionados españoles. Pero las nubes tuvieron su efecto, la pista se enfrió y los tiempos cayeron a plomo, relegando a un mágico Alonso al décimo puesto. Desde ahí deberá escalar y, cuanto menos, dejar varios adelantamientos a pilotos de adelante como Isack Hadjar o Pierre Gasly.

«El ejemplo perfecto es este año. Tenemos cero puntos. No hemos cogido ni un punto todavía en las primeras ocho carreras y se ha llenado el circuito. El viernes se ha llenado el circuito, el sábado también y se va a llenar mañana y no hay mucho exactamente por lo que luchar, pero ellos siguen ahí y siguen mostrando su apoyo. Siguen esperando algún tipo de sorpresa positiva y siguen creyendo que algo especial va a pasar. Entonces tienes la obligación de intentarlo por lo menos», prometió el asturiano en declaraciones a la prensa española ubicada en Montmeló, donde también se hallaba este periódico.

Con Sainz es otra historia distinta a la de Alonso

Igual de relevante para el público hispano será lo que tenga preparado Sainz. Un experto en superación como es el madrileño deberá olvidar la frustración del sábado y fijarse en el ejemplo de su compañero Alex Albon, que rozó la entrada en Q3. Williams se quedó fuera del top 10 por primera vez en todo el campeonato y el español eliminado en Q1, lo cual no le ocurría desde el GP de Abu Dabi 2023.

Buscará hacer del defecto una virtud y, ya que el Williams se ha desangrado en Montmeló en vuelta rápida, tendrá que aprovechar cualquier oportunidad para con ritmo de carrera llegar a zona de puntos. Su gran inconveniente, el tráfico, el cual no le impidió cerrar un buen giro en los Libres 3 ni tampoco en la clasificación, seguirá estando, aunque será para todos. Y Carlos es de todo menos un cualquiera. La emoción por Alonso y Sainz está servida en el circuito español.