TOUR DE FRANCIA: GERAINT THOMAS, PRIMER MAILLOT AMARILLO

Froome da el primer golpe: mete más de medio minuto a sus rivales por el Tour

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Froome, el mejor de los favoritos en la primera etapa. (Getty)

El ciclista británico Geraint Thomas (Sky) ha ganado este sábado la etapa inaugural de la 104ª edición del Tour de Francia, disputada en Dusseldorf (Alemania) sobre 14 kilómetros, al llevarse la contrarreloj con un tiempo de 16:04 en una jornada marcada por la lluvia, que empapó el asfalto y provocó varias caídas, como la que causó la retirada del español Alejandro Valverde (Movistar Team).

Thomas consiguió así su primera victoria en la vuelta gala tras siete participaciones y se enfunda el primer maillot amarillo de este Tour 2017. El ciclista nacido en Cardiff sorprendió a todos los favoritos con un gran tiempo arriesgando en el paso por curvas en una primera etapa que hacía 30 años que no se disputaba sobre suelo alemán desde la edición de 1987, cuando se partió desde Berlín.

Por contra, Valverde, que afrontaba su décima participación en la ‘Grande Boucle’, no pudo superar el primer día de competición al sufrir un importante accidente tras resbalar en una curva y chocar con una de las vallas que delimitaban el recorrido y que no contaban con ningún tipo de acolchado.

Con este abandono, no solo se ve resentido el ciclismo español, sino que el conjunto telefónico se queda sin uno de los grandes escuderos de Nairo Quintana, principal baza del equipo español. Además, el guipuzcoano Ion Izagirre también se vio obligado a dejar el Tour tras caerse en el mismo cambio de dirección, donde se produjeron varias caídas a lo largo de la jornada.

El martillo de Froome

Por detrás, Chris Froome (Sky), actual campeón y ganador de tres de las últimas cuatro ediciones, fue el gran beneficiado de entre los favoritos a la victoria final, quedando a doce segundos de Thomas y metiendo más de medio minuto a Richie Porte (BMC) –a 47 segundos–, Nairo Quintana (Movistar) –48–, Romain Bardet (AG2R) –51–, Alberto Contador (Trek) –54–.

El de Pinto salvó la etapa inaugural con los fantasmas de la aciaga edición del año pasado, donde sufrió varias caídas, incluida la primera etapa, y terminó abandonado. Froome, sexto, fue el único capaz de adaptarse al deslizante asfalto y obtuvo la primera gran diferencia de la carrera.

La previsión meteorológica pronostica más lluvia en las próximas jornadas, por lo que el peligro de caídas y abandonos seguirá presente. La siguiente etapa que se disputará este domingo irá desde Dusseldorf a Lieja (Bélgica) y contará con dos puertos de categoría 4. En un Tour de Francia donde hay menos finales en alto y menos kilómetros de contrarreloj, todas las etapas son fundamentales, como augurio de una ‘Grande Boucle’ más abierta y con más alternativas que en otras ocasiones.

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