Muere el dibujante Quino a los 88 años y deja huérfana a Mafalda

Quino, el célebre creador de Mafalda, ha fallecido este miércoles a los 88 años de edad. La noticia de su muerte ha sido confirmada por su editor, Daniel Divinsky. Su nombre real era Joaquín Salvador Lavado Tejón y le debe su fama mundial a las famosas viñetas de la inquieta Mafalda y compañía. «Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo lo llorará», ha señalado su editor en Twitter, quien estuvo al frente de Ediciones La Flor en la que se editaron las célebres viñetas de Mafalda.

Comenzó su andadura en el mundo del cómic con unos tempranos 18 años, cuando llegó a Buenos Aires recién salido de la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Bajo el título de Mundo Quino, el humorista gráfico hizo sus primeros pinitos hasta que, en 1964, se asomó por primera vez Mafalda en la revista Primera Plana. La irreverente y espabilada Mafalda siempre se ha caracterizado por, además de su odio visceral a la sopa, desarrollar unos pensamientos muy lúcidos para su corta edad y cuyas reflexiones filosóficas, encerradas en simples y llanas frases, han trascendido el humor de las viñetas. Para la posteridad queda aquella frase que ha protagonizado, años después de su publicación, infinitas reseñas en redes sociales: «¡Paren el mundo, que yo me quiero bajar!».

Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará.

— Daniel Divinsky (@DanielDivi1) September 30, 2020

Quino ha sido uno de los artistas más brillantes de Argentina y uno de los humoristas gráficos e historietistas más famosos del mundo. Hijo de inmigrantes andaluces, nació en la ciudad de Mendoza. Desde pequeño le apodaron con el sobrenombre de Quino, para distinguirlo de su tío Joaquín.

La inteligente e inquieta Mafalda fue, de todas sus creaciones, la que le catapultó a la fama mundial llegando a editar numerosos volúmenes recopilatorios de sus viñetas. Quino fue galardonado en 2014 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, un galardón que le fue otorgado por el «enorme valor educativo» y «dimensión universal» de su obra.