Te contamos un secreto que la ciencia confirma: las variaciones hormonales influyen en energía, metabolismo y recuperación muscular. Entrenar en sintonía con tu ciclo no sólo optimiza tu rendimiento, sino que previene el sobreentrenamiento y las lesiones. Y en esta sintonía, tus pies son el reflejo de tu cuerpo y tu energía, y lo que llevas en ellos puede transformar por completo tu experiencia al entrenar tanto en el gimnasio como en el exterior. Te descubrimos cómo potenciar y optimizar tus entrenamientos.
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El estudio titulado Effects of menstrual cycle phase on athletic performance analizó 16 mujeres en dos fases del ciclo (temprana folicular y media lútea). Los resultados mostraron que el VO₂máx (consumo máximo de oxígeno) tanto absoluto como relativo era ligeramente menor en la fase lútea comparada con la folicular temprana.
Desde Vivagym nos detallan las fases del ciclo y qué entrenamiento realizar:
Fase folicular temprana (días 1–7): con estrógeno y progesterona bajos, la energía puede ser menor. Prioriza movimientos suaves y progresivos: cardio ligero, movilidad, estiramientos o yoga restaurativo. Es el momento de escuchar a tu cuerpo y preparar tu energía para lo que viene.
Fase folicular tardía / ovulación (días 8–14): Energía y coordinación al máximo. Tu cuerpo responde mejor a fuerza máxima, HIIT, carreras largas o Cross Training. Aprovecha este pico de rendimiento para entrenamientos más intensos y exigentes.

Fase lútea (días 15–28): La progesterona alta puede aumentar la fatiga y la temperatura corporal. Ajusta la intensidad: fuerza submáxima, pilates, yoga dinámico o entrenamientos funcionales moderados. La recuperación activa es tu aliada.
Recuperación: El estrógeno favorece la regeneración muscular rápida, ideal para entrenamientos intensos. Durante la fase lútea, tu cuerpo pide más descanso y ejercicios moderados. Escuchar estas señales hace que tu entrenamiento sea más equilibrado, seguro y sostenible.
El calzado que acompaña tu ritmo
Un estudio publicado en 2022 en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise investigó cómo unas zapatillas con amortiguación elevada influían en el rendimiento y el coste de oxígeno al correr, incluso cuando había daño muscular previo. Los participantes que usaron las zapatillas amortiguadas mejoraron el rendimiento incremental en más de 5,7 % respecto al calzado de control.

También mejoraron la economía de carrera (cantidad de oxígeno que consume el cuerpo para correr a determinada velocidad) aun cuando había fatiga/daño muscular. Esto sugiere que un buen diseño de calzado puede reducir el coste fisiológico del ejercicio y permitir mantener mejor el rendimiento.
En este aspecto no podemos evitar recomendar una de nuestras marcas favoritas: J’Hayber. Presenta su nueva colección de zapatillas de running, pensadas para adaptarse a cada pisada. Amortiguación equilibrada, ligereza y ventilación aseguran confort y reactividad en cada movimiento. Su suela de alta tracción ofrece estabilidad y seguridad sobre cualquier superficie, mientras que los tejidos de rejilla envuelven el pie para mantenerlo fresco y cómodo.

Elegir zapatillas que te hagan sentir bien es tan importante como entrenar en el momento adecuado de tu ciclo. La combinación de confort, tecnología y estilo te permite disfrutar de cada entrenamiento, conectando tu cuerpo, tus pies y tu energía de manera integral.
