En un mundo donde el bienestar físico suele medirse en números, Yasmina Sancayo propone un enfoque totalmente distinto: entrenar desde la conciencia, la elegancia y la conexión con uno mismo. Su entrenamiento, Ballet Sporty Club (BSC), fusiona la técnica del ballet clásico con el entrenamiento funcional, dando lugar a un sistema integral que fortalece el cuerpo y, al mismo tiempo, cultiva la mente y las emociones. «Ballet Workout te devuelve esa conexión contigo mismo porque te da una postura, una conciencia y una elegancia natural que se proyecta mucho más allá del entrenamiento», explica Sancayo. Para ella, moverse desde la conciencia corporal no sólo mejora la fuerza física, sino que transforma la forma en la que habitamos el mundo. «Cambia la energía, cambia la actitud y cambia la forma de relacionarte contigo mismo e incluso con tu entorno», afirma.

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‘Ballet Sporty Club’, el mejor entrenamiento para la postura
El origen de Ballet Sporty Club es profundamente personal. Tras una grave lesión que la llevó a pasar por siete operaciones y años de rehabilitación, Sancayo se vio obligada a reinventarse. «La vida no siempre sigue el camino que habías imaginado. Yo pensé que sólo servía para bailar, pero el baile me enseñó disciplina, constancia y fe en uno mismo. Todo eso te puede llevar a lugares que nunca habías imaginado».
Esa resiliencia se traduce en el ADN de su método. Cada clase busca fortalecer tanto el cuerpo como la mente, fomentando la adaptabilidad y el amor propio. «Moverse bonito no es sólo algo físico, sino también un acto profundo de amor propio», resume.

La formación clásica de Yasmina Sancayo es el corazón del entrenamiento. «Mi formación clásica es el corazón de Ballet Workout. Respeta la técnica del ballet, pero la adapta al entrenamiento funcional de forma inteligente y coherente». En cada sesión se trabaja desde la base técnica, con movimientos controlados, fluidez y precisión, pero dirigidos a personas de todos los niveles.
El método cuenta con dos programas principales: BSC Workout, enfocado en fuerza, conciencia y elegancia corporal; y BSC Professional, diseñado para bailarines y estudiantes de danza, con acompañamiento técnico y prevención de lesiones. Ambos programas están supervisados por doctores en ciencias de la salud, lo que refuerza la seriedad y la solidez de la propuesta.
Nada en Ballet Sporty Club es casual. La música, los ejercicios y las progresiones están cuidadosamente elegidos. «Seleccionar la música es un arte. Todo está pensado para acompañar un movimiento, un tiempo y una energía determinada», comenta Sancayo. Su preferencia por versiones instrumentales de piezas clásicas o pop elegante busca crear una atmósfera estética y emocional que envuelva la experiencia.
Los resultados van más allá del aspecto físico. El entrenamimento influye, sobre todo, en la postura. «Las alumnas comienzan a caminar diferente, a moverse con más presencia y seguridad», observa Sancayo. Ese cambio de postura se traduce en una transformación profunda: mejora la energía, la actitud y el bienestar general.

Como curiosidad, le encanta entrenar con conjuntos deportivos de la firma, Klauss. Sus piezas son las favoritas de muchas mujeres por su comodidad y estilo. Yasmina ha sacado una colección cápsula de edición limitada con la firma. Una de las más especiales de la colección llamada Origen es un body que, en palabras de la propia creadora, «rinde homenaje al principio de todo: mi comienzo, mi esencia, mi pasión. Lo que me ha traído hasta aquí: el ballet. Inspirado en los maillots que han acompañado mis horas de danza».
