He probado el famoso ‘Método Sakuma’ durante un mes y puedo decir que funciona en cuanto a que corrige la postura y mejora la forma física. El libro de Kinichi Sakuma se ha convertido en todo un best seller al dar las claves de cómo conseguir en solo 30 días «un cuerpo perfecto con 4 minutos de ejercicio al día». Ni qué decir que además de la actividad que el entrenador propone, hay que seguir una dieta equilibrada evitando los alimentos con azúcares añadidos y las grasas saturadas.
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«A pesar de la brevedad de los ejercicios (son muy sencillos de hacer), realizarlos diariamente permite a cualquier persona reducir el volumen y tonificar las zonas rebeldes del cuerpo, las que más nos preocupan a todos», explica el coach japonés en su libro.
Corregir la postura
El secreto no está en hacer más deporte, sino en practicarlo mejor. Su método se basa en corregir la postura en tu día a día, porque «los músculos mal usados (los del abdomen, los muslos y la espalda), afectan a todo el cuerpo» y esos músculos al no estar bien tonificados hacen que el metabolismo se ralentice y dichas zonas se vuelvan vulnerables.
Por ejemplo, tener la espalda encorvada o la pelvis en retroversión hace que el vientre parezca hinchado. Así pues, estar sentado con la espalda encogida o «usar el teléfono con la cabeza hacia abajo favorece este problema».
Ganar masa muscular es muy importante pues el metabolismo será más rápido cuanto más cantidad de músculo tengas.
Ejercicios del Método Sakuma
Sakuma propone seguir cuatro pasos para adelgazar por partes: cintura, cadera, piernas, brazos, espalda y torso. En el libro ‘El método Sakuma Full Body’ detalla una serie de ejercicios con ilustraciones para explicar cómo realizarlos.
Para aumentar la firmeza del pecho, Sakuma te invita a hacer hacer una serie de ejercicios como el de sentarse en una silla y agarrarte de los codos con las manos opuestas a la altura de la cabeza. Mantener la postura durante cinco segundos y hacer diez repeticiones.
Si deseas tonificar los muslos, uno de los ejercicios que propone el entrenador japonés es tumbarte boca abajo con los brazos cruzados debajo de la barbilla. Después, con los tobillos cruzados levántalos, dobla las rodillas sin separar los muslos del suelo. Hay que mantener la posición durante seis segundos y hacer doce repeticiones. Siempre hay que terminar con estiramientos.
