Los cereales y sus derivados son la base de la alimentación de diversas culturas y uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea. Pertenecen al grupo de los hidratos de carbono pero nos aportan muchas más cosas. Hoy es el Día Mundial de los Cereales y por ello en COOLthelifestyle vamos a contarte por qué son tan importantes en nuestra dieta y te enseñamos a preparar pan de cereal.
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Día Mundial de los Cereales
Una gran fuente de nutrientes
Con nutrientes no solo hacemos referencia a los hidratos de carbono, sino también a proteínas, grasas, fibras, minerales y vitaminas. Las cantidades de estos nutrientes dependen del tipo de cereal que consumamos.
Los cereales integrales son los que conservan al máximo las propiedades nutricionales de este alimento. Está demostrado por múltiples estudios los beneficios para la salud que aportan este tipo de cereales, ya que contienen una mayor cantidad de minerales, antioxidantes y vitaminas.
Hay muchos tipos de cereales, cada uno con sus propiedades y para todo tipo de gustos: el trigo, la cebada, el sorgo, el arroz, la avena, el centeno… Y de estos salen muchos derivados como los panes, la masa de pizza, las galletas…
Los cereales pueden consumirse en cualquier etapa de nuestra vida, desde los seis meses, que es cuando se empiezan a introducir diferentes grupos en la alimentación complementaria de un bebé, hasta siempre.
Los cereales forman parte de una alimentación equilibrada y si queremos perder peso no tenemos por qué prescindir de ellos, sino adaptar su consumo a nuestra preferencias, según el tipo de cereal, la cantidad, el aporte energético…
¿Cómo vas a comer tus cereales hoy?
Pan de cereales
Ingredientes:
- 250 g. de harina de trigo molido en piedra
- 125 g. de harina de espelta molida en piedra
- 350 ml. de agua (70% respecto a las harinas)
- 1 cucharada de semillas de lino rubio
- 1 cucharada de semillas de girasol
- 1 cucharada de semillas de amapola
- 1 cucharada de semillas de mijo
- 1 cucharada de copos de avena
- 1 cucharada de semillas de lino marrón
- 1 cucharada de semillas de sésamo
- 125 g. de harina integral de centeno
- 50 g. de masa madre
- 10 g. de sal
- 1 cucharada de semillas de calabaza
Preparación:
En un cuenco mezcla la harina de trigo, la harina de centeno y la harina de espelta. Agrega a la mezcla la masa madre, la sal y el agua. Integra todos los ingredientes con una espátula y tapa la masa con plástico de cocina. Dejamos reposar durante 25-30 minutos y mientras tanto, mezclamos la mitad de las semillas y los copos de avena, vertimos agua y dejamos que la mezcla se hidrate.
Una vez pasado el tiempo, amasa la masa en la encimera para darle tensión y después de introducirlo de nuevo en el cuenco, incorpora las semillas. Vuelve a amasar encima de la encimar y haz una pelota con el resultado. Vierte en el cuenco aceite de oliva e introduce la bola de masa. Tápala con plástico de cocina. Déjala reposar en el frigorífico durante 24 horas.
Al día siguiente, precalienta el horno a 230ºC y mientras tanto mezcla en una fuente el resto de las semillas y los copos de avena. Haz dos barras con la masa que has extraído del frigorífico y rebózalas en las semillas y la avena. Envuélvelas en un paño de cocina. Déjalas que reposen 45 minutos a temperatura ambiente.
¡Ya casi estamos! Introdúcelas sobre un papel de horno en el mismo. Pon agua debajo para crear vapor y dar brillo y hornéalos a 230ºC durante 10 minutos.
Transcurrido ese tiempo, baja la temperatura del horno a 180ºC y hornéalos 30 minutos más.
¡Voilà!