Fundada en 1980, Rossinvi es un astillero italiano con sede en Viareggio, situado en la Toscana y especializado en la construcción de superyates de acero y aluminio totalmente personalizados. En esta ocasión te traemos una embarcación que aúna el exquisito diseño italiano de la firma naviera con tecnología IA. Un yate con un sistema híbrido en el que la IA gestiona la eficiencia del modo eléctrico.
¿Quieres conocer todos los detalles sobre él? Entonces, quédate y sigue leyendo…
- Bentley llena de estilo el interior de estos yates de lujo
- El yate más lujoso del mundo surcará los mares en 2024
- Los nuevos yates con club de playa que ya tienen lista de espera
El ‘No Stress Two’ es el nombre de este barco que te encantará. Un yate híbrido caracterizado por una fuerte actitud deportiva. Se trata de un superyate de altas prestaciones con doble combustible: diésel y batería. La Inteligencia Artificial permite disfrutar al máximo de la experiencia eléctrica a bordo. «Esto es sólo el comienzo, ya que esta tecnología se optimizará el próximo año y revelará su máxima expresión con el lanzamiento del Sea Cat», explica Federico Rossi, Director de operaciones de Rossinavi.
El diseño se inspira en la estética del automóvil y el interior combina el minimalismo con la sofisticación italiana, utilizando materiales de primera calidad. El espejo de popa del yate se transforma en un club de playa y una piscina prominente adorna el área de sol delantera.
Este yate de diseño exquisito en el que el el sello italiano se ve con claridad, posee 50 metros y ofrece vistas panorámicas al mar, ayudadas por las aberturas del casco y la superestructura y el cristal del suelo al techo.
Sofisticación tanto en diseño como en técnica ya que el hecho de que incorpore en su funcionamiento tecnología con inteligencia artificial es algo novedoso y para destacar. La innovación hecha yate. El ‘No Stress Two‘, como ya te habíamos adelantado al principio, es un barco que no deja indiferente.
Sobre Rossinavi
Cantiere Rossi, el fundador de esta prestigiosa compañía naviera, se dedicaba en los años 80 en exclusiva a la carpintería y reparación náutica e industrial, desarrollando así un profundo conocimiento de los materiales y de las herramientas de trabajo; fue el arte el que impulsó todas las ideas creativas. En la década de 1990, el trabajo se desarrolló combinando la memoria colectiva y la experiencia actual.
El astillero se especializó en la construcción de barcos de pasajeros, de navegación interior y oceánicas. También continuó con el perfeccionamiento técnico, ocupándose de la carpintería y construcción de cascos y superestructuras para otros astilleros, y en la construcción de componentes mecánicos para el acondicionamiento de buques. Este es el momento en que los materiales, en las manos adecuadas, comienzan a convertirse en una tradición innovadora y pasó a ser lo que es ahora: Rossinavi, una
