La escuchas en redes, la recomiendan los dermatólogos, la practican las celebrities y no falta en ningún protocolo de cuidado de la piel que se precie. La doble limpieza facial ha dejado de ser una tendencia coreana para convertirse en un ritual imprescindible que transforma la piel. ¿El secreto? No es sólo limpiar más, sino limpiar mejor. Y si te preocupan los signos de la edad, tienes acné o simplemente quieres que tu piel brille como nunca… Sigue leyendo, esto te interesa.
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La importancia de la doble limpieza
La doble limpieza es una técnica que consiste en limpiar el rostro en dos pasos: primero con un limpiador oleoso (en aceite o bálsamo) y después con un limpiador acuoso (en gel, espuma o crema).

El objetivo es eliminar eficazmente tanto las impurezas liposolubles (maquillaje, protector solar, sebo) como las hidrosolubles (sudor, contaminación, polvo).
Este método proviene de la rutina de cuidado de la piel coreana, donde el ritual de belleza es casi sagrado. Pero su efectividad ha conquistado Occidente por méritos propios, ya que no sólo mejora el aspecto inmediato de la piel, sino que potencia la eficacia de los tratamientos posteriores: sérums, cremas, activos despigmentantes o antiacné penetran mucho mejor.
Un truco antiedad efectivo… ¿por qué?
Si tu objetivo es prevenir o suavizar arrugas, la doble limpieza también es tu aliada. Con la edad, la renovación celular se ralentiza, la piel se vuelve más seca y la acumulación de toxinas la apaga. Una doble limpieza constante ayuda a mantener una piel más receptiva a los activos antiedad (como el retinol o la vitamina C) y previene el daño oxidativo que favorece el envejecimiento prematuro.
Además, el uso de texturas más suaves y sensoriales, como bálsamos oleosos o aceites con ingredientes antioxidantes, no sólo limpia, también hidrata y protege.
También funciona en pieles con acné
Uno de los grandes enemigos de la piel acneica es la obstrucción de los poros. Cuando el sebo, las bacterias y las células muertas se acumulan, aparece el temido brote. Aquí es donde entra en juego la doble limpieza: al utilizar un aceite limpiador, se disuelve el exceso de grasa sin agredir la piel ni alterar su barrera protectora (algo que sí hacen muchos jabones agresivos). Luego, con un limpiador en gel suave, se retiran los restos sin resecar.
«Muchos pacientes con acné creen que necesitan desinfectar la piel, pero lo que necesitan es una limpieza eficaz y respetuosa con el microbioma», explica la dermatóloga Dra. Paloma Borregón, experta en dermocosmética.
Claves para hacerlo bien (y no abandonarlo a la semana)
- Hazlo sólo por la noche: no es necesario repetir el ritual por la mañana. Una limpieza suave al despertar es suficiente.
- No uses cualquier aceite: busca limpiadores formulados para el rostro, no aceites de cocina ni fórmulas comedogénicas. Algunos favoritos: Green Clean de Farmacy, Midnight Recovery Botanical Cleansing Oil de Kiehl’s o Take The Day Off de Clinique.

- Evita el agua muy caliente: mejor templada o fresca, para no agredir la barrera cutánea.
- No frotes como si estuvieras lavando una sartén: masajea suavemente y retira con una muselina suave o directamente con agua.
- Escoge productos adaptados a tu tipo de piel: un gel purificante con ácido salicílico puede ir genial en piel grasa, mientras que una leche limpiadora con ceramidas es mejor para piel seca.

Las marcas top que dominan el arte de la doble limpieza
- Dermalogica: su PreCleanse Oil es un icono. Disuelve todo tipo de impurezas sin dejar sensación grasa.
- Heimish: la marca coreana que arrasa en TikTok gracias a su All Clean Balm, perfecto para todo tipo de pieles.
- Evolve Organic Beauty: con su Gentle Cleansing Melt, propone una opción natural y calmante.
- Then I Met You: creada por Charlotte Cho, gurú del k-beauty, su Living Cleansing Balm es un lujo para los sentidos.
- Beauty Pie: fórmulas de alta gama a precio de coste para quienes buscan eficacia sin pagar de más.

Y sí, el cambio se nota
No es placebo: quienes lo incorporan lo notan. La textura mejora, los poros se ven más limpios, la piel está más luminosa y tolera mejor los tratamientos intensivos. ¿El motivo de tanto revuelo en redes? Que funciona, y cuando algo mejora la piel de forma tan visible… Se convierte en viral.
La doble limpieza no es sólo una moda pasajera. Es un gesto que marca la diferencia y que, bien hecho, se convierte en un auténtico reset diario para tu piel. Así que ya sabes: si aún no la has probado, quizás hoy sea el día perfecto para empezar.