Ana de Armas y Tom Cruise. Marc Márquez y Gemma Pinto. María Pombo y Tomás Páramo. Jeff Bezos y Lauren Sánchez… Cada uno con su estilo, pero todos han coincidido este verano en un mismo destino: Menorca. La más serena, salvaje y auténtica de las Baleares se ha convertido en el secreto mejor guardado del verano 2025 entre las celebrities internacionales y la élite nacional. ¿El motivo? Su equilibrio entre exclusividad y desconexión, sin los focos de Ibiza ni el postureo de Mallorca.
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Aquí no hace falta más que alquilar un barco (el plan favorito de los que más saben, como Ana y Tom) o dejarse mimar en el hotel más exclusivo de la isla, Villa Le Blanc, donde María Pombo fue una de las primeras en dejarse ver esta temporada. Un paraíso de estilo mediterráneo moderno, sostenible y silencioso, con vistas al infinito azul.
Pero si Menorca vuelve a sonar con fuerza este verano es también por su nueva joya gastronómica: Mar Plato, el recién inaugurado restaurante sobre un acantilado en la costa de Son Ganxo que ya se ha convertido en el place to be del verano.

Un chef con acento andaluz y alma mediterránea
Al frente de los fogones está Pruden Izquierdo, nacido en Jerez en 1981, formado en las cocinas más punteras de Barcelona, donde trabajó junto a chefs de renombre como Carles Abellán en Bravo 24, Toni Morago y Alberto Alguacil. De esa mezcla de raíces andaluzas y técnica catalana nace una cocina creativa, honesta y profundamente vinculada al mar. Desde 2021 vive en Menorca, donde ha encontrado el entorno perfecto para desplegar su propuesta: sin artificios, con producto local de máxima calidad y una sensibilidad muy contemporánea.
La carta de Mar Plato gira en torno al atún rojo, ingrediente fetiche del chef, interpretado en platos que sorprenden por su complejidad sutil: chuleta de atún con huevos fritos y ponzu; variado de atún con cinco elaboraciones en un solo plato; tartar con aliños gaditanos; o el tuétano con atún rojo y grasa de chuleta, una fusión intensa y refinada que captura la esencia de su cocina.

A todo esto se suma una bodega bien seleccionada, pensada para acompañar cada bocado, y una coctelería de autor donde clásicos como el mojito o la margarita conviven con guiños al sur, como el rebujito de manzanilla de Sanlúcar, revisitado con maestría.
El encanto de Mar Plato no sólo reside en su propuesta gastronómica o su ubicación privilegiada sino también en su interiorismo, cuidadosamente diseñado por Cuca Arraut, una de las interioristas más reputadas del momento. Arraut, conocida por proyectos como el hotel La Malcontenta en Palamós o el restaurante Mr. Porter en Barcelona, firma aquí un espacio que interpreta el Mediterráneo desde la sofisticación tranquila.
En Mar Plato, ha combinado maderas claras, líneas fluidas y detalles náuticos, creando una atmósfera serena que se funde con el paisaje. Desde el primer paso hasta el último bocado, el lugar respira elegancia relajada.

Cuando cae el sol, empieza la magia
Lo que hace realmente inolvidable la experiencia en Mar Plato es su atmósfera. Ubicado sobre un acantilado, con el Mediterráneo extendiéndose a los pies, el restaurante se convierte al anochecer en un refugio de calma y belleza. Las líneas arquitectónicas, inspiradas en la elegancia náutica y el diseño menorquín, enmarcan una postal perfecta: el cielo incendiado al atardecer, la brisa marina, el sonido de las olas y un cóctel en mano.
Es ese tipo de lugar donde el tiempo se diluye. Donde se cena sin prisa, con conversaciones largas, luces tenues y una sensación de aislamiento elegante. No hay ruidos de fondo, ni bullicio urbano: sólo la naturaleza, la gastronomía y el lujo de lo simple bien hecho.