Después de años forjando una exitosa carrera en Nueva York, el arquitecto y diseñador de interiores Antonio Matres ha decidido regresar a su ciudad natal, Madrid, donde acaba de abrir su nuevo estudio homónimo. La decisión de volver a España no fue sencilla, pero la combinación de la calidad de vida, el cariño de la familia y el momento vibrante que vive la ciudad lo convenció. Hablamos con Antonio para conocer las diferencias en tendencias de diseño entre Nueva York y España y las claves para decorar la casa con un toque neoyorquino.
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Antonio Matres llegó a Nueva York impulsado por el amor y la búsqueda de nuevas oportunidades. Al dejar su estudio en Madrid se lanzó a un mundo desconocido que, a pesar de sus desafíos, le ofreció una valiosa experiencia profesional. «Fui a Nueva York por amor. En Madrid tenía una empresa con un socio, y nos iba bastante bien. Pero con el tiempo me di cuenta de que debía dar un paso», comenta Antonio.
Sin embargo, la vida en la Gran Manzana no es comparable a la española. «Extrañaba la calidad de vida que tenemos aquí, la cercanía de la gente», revela. A pesar de las diferencias, Antonio encontró un nicho en el mercado estadounidense donde decidió implementar un enfoque más integral en su trabajo: el design-build, un concepto que combina diseño y construcción bajo un mismo techo. «Este enfoque ha sido muy bien recibido. Facilita la vida al cliente y evita la fragmentación del proyecto entre múltiples profesionales», explica.
«En Nueva York implementé el ‘design-build’, un concepto común en España pero poco habitual en EEUU»
Una de las primeras diferencias que notó Antonio al llegar a Nueva York fue la formación de los arquitectos y su enfoque en el diseño. «En Estados Unidos, el enfoque de la arquitectura es muy distinto. La formación técnica es más débil. En España, tenemos una visión más global y profunda en muchos aspectos, lo que es clave en mi crecimiento», asegura.
Además, destaca cómo el proceso de trabajo en Estados Unidos tiende a ser compartimentado, con muchos especialistas involucrados. «Al haber más especialistas en cada área, se necesita un equipo multiprofesional, donde todos dependen de todos, lo que a veces limita la libertad creativa y la toma de decisiones».
Antonio reflexiona y nos explica que «en España, desde que terminas la carrera, te involucras en todo el proceso. Haces arquitectura, interiorismo, supervisas la obra… Ese enfoque integral te permite controlar mejor el proyecto».
Nos cuenta que uno de sus clientes, en Bahamas, confió en él por este motivo, porque su estudio se ocupa de todo. «Ha recibido el proyecto terminado sin tener que coordinar entre arquitectos, interioristas, constructores o especialistas en paisajismo o piscinas«.
«En Nueva York en el mundo del lujo, hay una tendencia a crear espacios que se asemejan a museos»
Antonio observa que las tendencias en decoración también varían significativamente entre ambas culturas. «En Nueva York, la gente se viste y decora más por comodidad. La funcionalidad se prioriza sobre la estética, mientras que en Europa seguimos ciertas reglas de estilo», dice y añade un ejemplo: «Lo que Zara vende en Estados Unidos es completamente diferente a lo que se vende en España, lo que demuestra las marcadas diferencias de estilo entre ambos lados del Atlántico».
Sin embargo, en cuestión de decoración es todo lo contrario pues, en muchas ocasiones, los espacios se asemejan a museos y de revista, priorizando la estética sobre la comodidad.
«Promovemos la funcionalidad en el diseño. A menudo, los clientes a la hora de decorar optan por sofás grandes y decoraciones que parecen más de exhibición que habitables», explica Antonio para insistir en que él trabaja para equilibrar esta estética con la funcionalidad. «Por ejemplo, al elegir mobiliario, nos encontramos con muchas piezas que son visualmente atractivas pero poco prácticas, como sillas que son incómodas tras un rato de uso».
La clave para decorar, según él, es conocer las necesidades del cliente y seleccionar elementos que sean tanto hermosos como cómodos. «Es fundamental considerar cómo se usarán los espacios, sin perder de vista el atractivo visual».
«Con pintar las paredes y cambiar los interruptores le das un lavado de cara a una casa»
Antonio también comparte algunas claves para aquellos que buscan decorar y transformar su casa sin necesidad de grandes reformas. «Una sola pieza bien elegida puede transformar un espacio. Por ejemplo, si limpias un rincón y colocas un buen sofá o una lámpara, puedes convertirlo en un acogedor espacio de lectura», señala y recomienda cambiar mobiliario o retapizar piezas existentes pues suele ser una solución efectiva.
Asimismo, sugiere que «una nueva capa de pintura y cambios en los interruptores pueden marcar una gran diferencia». Con pequeños ajustes, se puede revitalizar completamente un hogar. El arquitecto también diseña muebles, como la silla que se puede ver en la siguiente foto.
«Es importante evitar las tendencias temporales ya que pueden quedar obsoletas rápidamente»
Cuando se le pregunta sobre los materiales y colores que prefiere utilizar a la hora de decorar, Antonio destaca la importancia de elegir texturas agradables y colores neutros que envejezcan bien. «Prefiero telas comerciales, más duraderas. Los colores neutros son fundamentales, como los blancos rotos, tonos hueso y marrones», detalla. «Es importante evitar las tendencias temporales, ya que pueden quedar obsoletas rápidamente».
También sigue la regla del 60-30-10: «60% de neutros, 30% de colores seguros y 10% de tonos más atrevidos». Esta mezcla no sólo aporta armonía para decorar, sino que también permite que los espacios tengan carácter.
La luz, tanto natural como artificial, juega un papel crucial en el diseño de Antonio. «La luz natural define el espacio y varía a lo largo del día. Es importante considerar cómo la luz entra en cada habitación», explica. En la ausencia de luz natural, la elección de la iluminación artificial se vuelve crucial, y Antonio advierte sobre la importancia de elegir el tono y la temperatura de la luz adecuada.
«Es importante evitar luces demasiado frías que pueden dar una sensación clínica, o demasiado cálidas que pueden resultar abrumadoras. Lograr un equilibrio es clave, especialmente en habitaciones con colores oscuros que pueden absorber la luz».
