La consellera secesionista y ecologista de Baleares cedió gratis total el velódromo al Grupo Prisa

La consellera balear de Asuntos Sociales del partido ecologista y secesionista de Més per Mallorca, Fina Santiago, cedió gratis total al Grupo Prisa el velódromo Illes Balears para la gala de Los 40 Principales. La aportación de esta conselleria a ese concierto, pagado en parte con fondos desviados de la ecotasa por el Govern balear presidido por la socialista Francina Armengol, no fue monetaria, sino en especies. 

Santiago no cobró absolutamente nada al grupo multimedia al que el Ejecutivo balear y otras instituciones públicas de las Islas regaron con 1,2 millones de euros, para la celebración de Los 40 Music Awards el pasado 12 de noviembre, en el pabellón multiusos de referencia de la capital balear. 

El regalo de Santiago al Grupo Prisa, fue valorado por la propia administración autonómica en 16.200 euros, sin incluir los gastos de suministro y uso del marcador, que, según el contrato, debían de calcularse una vez celebrado el concierto. 

El concierto pagado en parte con fondos de ese tributo, que en teoría fue creado con fines medioambientales, le salió gratis total al Grupo Prisa, al que el partido ecologista de referencia en Baleares, Més per Mallorca, le puso la alfombra roja para celebrar un concierto de autobombo pagado con dinero público en el antiguo Palma Arena. 

Como ha venido revelando OKBALEARES el dinero aportado por el Ejecutivo de Armengol a través de la Agencia de Estrategia Turística de les Illes Balears (AETIB)  fue de 1,2 millones de euros, más del doble, de lo que aseguró, esta misma semana, el conseller socialista de Turismo, Yago Negueruela, que había costado. 

Para el desvío de fondos del denominado Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) a esta gala musical, el Ejecutivo de Armengol se sirvió del decreto de medidas de reactivación económica que impulsó el propio Negueruela el verano de 2020.

Un paquete de iniciativas para el impulso de la economía de unas Islas muy castigadas por los efectos de la pandemia sobre el turismo y con el que la ecotasa dejaba de ser finalista. 

Ese polémico decreto del Ejecutivo balear dejaba además en suspenso la Comisión de Turismo Sostenible, que es la que tenía que decidir el destino de los fondos de ese impuesto verde.

Desde ese momento, el Ejecutivo balear de coalición de socialistas, nacionalistas y populistas de Unidas Podemos (UP) ha tenido manos libres para financiar a dedo los proyectos que ha querido, perdiendo la ecotasa toda finalidad medioambiental.

Esto ha permitido el pago a dedo del concierto del Grupo Prisa por parte del Govern balear, que el propio conseller ecologista de Medio Ambiente, Miquel Mir (Més), justificó afirmando que la ecotasa «no es un impuesto sólo medioambiental».

Una finalidad que ha perdido por decisión unilateral del mismo Govern que la impulsó la pasada legislatura, a iniciativa de los ecologistas de Més, con el fin de reparar el impacto en el medio ambiente del turismo de masas.